viernes, 22 de agosto de 2014

COMPLEJO Mycobacterium tuberculosis.


Lic. Laura Díaz.
Residente de segundo año Post grado
 Bacteriología Clínica.
INTRODUCCION
                Mycobacterium tuberculosis es el agente causal de la tuberculosis, una de las enfermedades infectocontagiosas más letales y antiguas que afecta al ser humano y que posee una amplia distribución en el mundo, produciendo cada año la muerte de alrededor de 2 millones de personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un proceso es tuberculoso cuando se confirma la presencia del bacilo en cualquier parte del organismo, en secreciones o productos patológicos originados a nivel de las lesiones. Cuando no es posible confirmar la presencia del bacilo, si el cuadro clínico, radiológico, eventualmente la buena respuesta a un tratamiento antituberculoso y el contexto epidemiológico, sugieran con razonable probabilidad el diagnóstico de tuberculosis, se denomina proceso tuberculoso no confirmado. 5
La tuberculosis continúa siendo una enfermedad de importancia tanto en el hombre como en los animales. Los agentes etiológicos que integran al complejo (Mycobacterium tuberculosis complex) incluye a M. tuberculosis, que es el agente de la tuberculosis humana (TBH), y M. bovis, que es el agente causal de la tuberculosis en animales, principalmente ganado bovino (TBB), aunque otros animales domésticos o salvajes, en cautiverio o vida libre, pueden ser infectados.3 El hombre puede infectarse y enfermar de tuberculosis por M. bovis considerada, en estos casos, como una zoonosis.6 Todos los miembros del Complejo M. tuberculosis, causan infecciones tuberculosas. M. tuberculosis causa la mayoría de los casos de tuberculosis, sobre todo en países desarrollados.1 Aunque ésta bacteria se conoce como el principal agente causal de tuberculosis humana, se ha reconocido la importancia epidemiológica de la transmisión zoonótica de M. bovis a humanos debido, potencialmente, al contacto directo de humanos con animales infectados, o al consumo de productos provenientes de estos animales.7

TUBERCULOSIS Y SU PROCESO INFECCIOSO
El hombre es el principal reservorio de los bacilos acido resistentes (BAAR). En el ser humano la enfermedad se transmite casi exclusivamente por vía aérea, a través de la tos, el estornudo y otros movimientos respiratorios similares, se disemina en pequeñas gotas de pflügge. Al ser expulsadas al exterior, las gotas grandes caen por acción gravitatoria, en tanto las más pequeñas permanecen mayor tiempo en el aire y son transportadas por las corrientes. Esto permite la evaporación del agua, lo que a su vez deja en suspensión los llamados núcleos de Wells. Estos núcleos contienen uno o más bacilos. Ellos pueden alcanzar a otro individuo, cuando son transportados por el aire inspirado a los alvéolos pulmonares.3
En la actualidad la tuberculosis constituye una enfermedad reemergente como consecuencia de la aparición de cepas multirresistentes a los fármacos tradicionalmente empleados en el tratamiento de la misma, representando la primera causa de muerte en pacientes con VIH/SIDA.En el año 2009 un tercio de la población mundial estaba  infectada con el bacilo de tuberculosis, constituyendo un reservorio a partir del cual se producirían futuros casos. Para el año 2011 según la Organización mundial de la Salud (OMS), hubo 8,7 millones de casos de tuberculosis activa en el mundo, donde el 13% de los casos se encontraba asociado a infecciones por VIH.8
La tuberculosis puede simular otras enfermedades como neumonía, neoplasia o infecciones micóticas. Además las manifestaciones clínicas de los pacientes infectados por el complejo, pueden variar desde cuadros asintomáticos a otros con síntomas agudos. Los pacientes pueden manifestar síntomas sistémicos, signos y síntomas pulmonares y además relacionados con el compromiso de algún órgano en particular como, aparato genitourinario, ganglios linfáticos, sistema nervioso central, huesos y articulaciones, pericardio, entre otros. Los síntomas de presentación comunes incluyen fiebre de baja intensidad, sudoración nocturna, fatiga, anorexia y pérdida de peso, tos productiva y mialgias; signos y síntomas similares a los de la gripe, pero que también se observan en bronquitis aguda o neumonía.1


PATOGENIA DEL M.tuberculosis
Cuando el individuo entra en contacto con el microorganismo, éste se traslada a los alveolos pulmonares (tuberculosis primaria), donde son fagocitados por los macrófagos alveolares. Una vez fagocitados son llevados al ganglio linfático más cercano, en general en el hilio u otras cadenas del mediastino. En el ganglio linfático los bacilos se multiplican con lentitud dentro de los macrófagos y finalmente M. tuberculosis destruye al macrófago y sale del mismo; luego es captado por otras células fagocíticas. Los microrganismo se multiplican hasta alcanzar una cantidad crítica dentro del ambiente protegido de los macrófagos, los cuales impiden la unión del fagosoma al lisosoma. Al alcanzar la cantidad crítica los microorganismos destruyen los macrófagos, son liberados, atraviesan los linfáticos y llegan al corriente sanguíneo, lo que produce micobacteriemia y permite que los bacilos se diseminen en todo el organismo.3
El sistema inmunitario de huésped reacciona de forma competente, en este momento eliminando los bacilos, sin embargo puede quedar un pequeño reservorio de bacterias vivas en las áreas de concentración elevada de oxígeno como la porción apical del pulmón. Estos bacilos quedan circunscritos y años después, una agresión inmunitaria o física sufrida por el huésped puede causar la ruptura del foco de bacilos tuberculosos latentes y permitir su multiplicación activa y la producción de enfermedad (tuberculosis secundaria). Los pacientes inmunocomprometidos pueden desarrollar una tuberculosis miliar o diseminada, debido a que estos no son capaces de controlar la diseminación de estos microorganismos por vía hematógena.1
El desarrollo de las bacterias dentro de los macrófagos y los histiocitos del huésped en el pulmón produce ingreso de más células efectoras como linfocitos, histiocitos, neutrófilos con la formación final de granulomas, destrucción de los tejidos y posterior formación de una cavidad. La lesión característica es una masa de tejido amorfo semisólido. La infección puede extenderse hacia los bronquiolos y bronquios a partir de los cuales las bacterias se diseminan en las secreciones respiratorias por medio de la tos que contiene los microorganismos.4


REACCIONES DEL HUESPED
Luego de 4 a 8 semanas de la infección inicial, el organismo pone en juego una serie de mecanismos por los cuales adquiere una resistencia e hipersensibilidad específicas. En consecuencia, como ha sido demostrado experimentalmente, el número de bacilos disminuye notoriamente en este período. El estado de hipersensibilidad específica puede objetivarse con la prueba tuberculina o derivado proteico purificado (PPD), la cual pasa de ser negativa a positiva.1
La evolución de la infección primaria resulta del predominio del bacilo tuberculoso sobre las defensas del huésped, o de éstas sobre el bacilo. Cuando el bacilo se impone sobre los mecanismos de defensa, la enfermedad sigue su curso; si ocurre lo contrario, el huésped puede dominar la infección primaria. La mayor parte de las veces ocurre esto último y la evolución es hacia la cicatrización, tanto del complejo primario como de los focos metastásicos de implantación bacilar.4

ESPECTRO DE ENFERMEDADES
La tuberculosis causada por M. tuberculosis es considerada como una infección bacteriana crónica, caracterizada por la formación de granulomas en los tejidos comprometidos y relacionada con hipersensibilidad mediada por células. Aunque los pulmones son los órganos afectados por excelencia, se considera que es una entidad sistémica, cuya evolución natural conduce a un síndrome crónico de deterioro, que en caso de no ser tratada adecuadamente o de abandonar el tratamiento, la patología es más severa y puede conllevar a la muerte. M. tuberculosis se comporta como un parásito estricto y por ello, la transmisión es directa de persona a persona,  puede permanecer en un estado bacteriostático dentro de las células infectadas por largos períodos, ya que no produce toxinas, crece en condiciones aerobias, lo que determina que el grado de proliferación difiera, según las presiones parciales de oxígeno de los tejidos infectados; la baja tasa de replicación explica la tendencia a la cronicidad, además de esto posee numerosos antígenos capaces de inducir respuestas inmunológicas variables, que contribuyen al daño tisular. 9
Mycobacterium tuberculosis es altamente resistente a los mecanismos inespecíficos de defensa del pulmón. Cuando los macrófagos alveolares no activados lo fagocitan, puede seguir multiplicándose sin dificultad en su interior. Por el contrario, los mecanismos específicos de defensa, en particular los celulares mediados por linfocitos T, son un medio eficaz para eliminar la mayor parte de las micobacterias. A diferencia de la respuesta celular, la humoral parece ser desfavorable para el huésped, lo que se debería a que los anticuerpos no sólo son incapaces de destruir al germen, sino que al recubrir su superficie dificultarían su reconocimiento por los linfocitos T, lo que entorpecería los mecanismos defensivos celulares.4
La respuesta inmunitaria controla, pero no elimina al patógeno. La falta de una respuesta inmunitaria apropiada, da como resultado una TB aguda activa. En la mayoría de los casos de infección por M. tuberculosis, el individuo permanece asintomático y no infeccioso. Esta latencia clínica a menudo se extiende durante toda la vida del individuo. Sin embargo, la reactivación de la infección latente puede ocurrir en respuesta a perturbaciones de la respuesta inmunitaria, produciendo enfermedad activa. La infección por VIH, la diabetes mellitus, el tratamiento con corticosteroides, el envejecimiento y el abuso de drogas y alcohol, aumentan el riesgo potencial de reactivación de enfermedad latente.10
La constitución de la pared celular de M. tuberculosis es una de las más complejas entre los microorganismos conocidos. Los principales componentes de dicha pared son peptidoglicanos y ácidos micólicos, unidos entre sí por medio de enlaces covalentes, D-arabino-D-galactán. Además, posee un alto contenido de glicolípidos, en particular a-a´-trehalosa dimicolato (TDM) y a-a´- trehalosa monomicolato (TMM). La organización de estos componentes ácidos en la pared celular bacteriana determina ciertas características de permeabilidad limitada, de manera que la mayoría de agentes antimicrobianos son incapaces de atravesar la pared. Por otro lado, este fuerte revestimiento, de alguna forma es similar a la cápsula de las esporas, protege a la micobacteria de las fluctuaciones ambientales y le permite subsistir por tiempo prolongado en los tejidos. La pared es tan importante para la viabilidad de la bacteria, que la isoniacida, uno de los agentes antituberculosos más efectivos, actúa inhibiendo la síntesis de ácidos micólicos, evento que conduce a la desintegración de esta estructura.3

TUBERCULOSIS PRIMARIA O PRIMO-INFECCION
La infección primaria ocurre en personas sin inmunidad específica, niños sanos y adultos jóvenes quienes no habían estado anteriormente expuestos a M. tuberculosis. La adolescencia es la edad de mayor riesgo.11 La enfermedad primaria se desarrolla dentro de los primeros cinco años de la infección inicial, la cual estimula a la inmunidad específica, demostrada por el surgimiento de una respuesta cutánea positiva al derivado proteico purificado del cultivo de M. tuberculosis12,13. La habilidad de M. tuberculosis para mantener una infección crónica y causar enfermedad en un subgrupo de aquellos sujetos infectados, depende de factores de virulencia que capacitan al microorganismo para entrar y sobrevivir indefinidamente dentro de las células fagocíticas mononucleares, además por subvertir los mecanismos celulares antimicrobianos.14
Esta infección primaria puede evolucionar hacia la curación  o la estabilización  de la infección con un posible foco latente, que permanece así durante meses, años, incluso durante toda la vida del individuo, en este caso no hay cura bacteriológica, ya que hay bacilos virulentos enquistados en las lesiones, pero por diversas circunstancias puede ocurrir una reactivación y evolucionar hacia el período secundario o posprimario. En caso contrario se puede presentar la generalización precoz inmediata, donde ocurre una diseminación bacilar por vía linfática o hemática a todo el organismo, produciendo lesiones tuberculosas en diversos órganos, siendo la lesión en los órganos linfáticos una constante. Puede darse un proceso agudo en aquellos individuos que presenten baja resistencia, hay diseminación de los bacilos hacia diversos órganos dando lugar a lesiones uniformes (con el mismo estado evolutivo) produciéndose una TB miliar aguda o lesiones exudativas tipo neumonía o meningitis. También puede evolucionar como un proceso moderado, en individuos donde hay resistencia parcial, la diseminación linfohemática es de pocos bacilos, dando lesiones polimórficas en diversos órganos, típicas de TB nodular y TB perlada.13,14.
          
PERÍODO POS-PRIMARIO O TUBERCULOSIS SECUNDARIA
También llamada tuberculosis de reactivación o del adulto, se define como aquella que se presenta dentro de los cinco primeros años siguientes a la primo-infección. Esta forma se debe a la reactivación endógena de una infección tuberculosa latente. Existen estudios epidemiológicos que han demostrado, dentro de ese lapso, un mayor riesgo de desarrollar una tuberculosis luego del primer contacto con el bacilo. A su vez durante el primer año se da el mayor porcentaje de casos, el cual desciende hasta el quinto año; la probabilidad de enfermar persiste, aunque en menor magnitud, el resto de la vida del sujeto primo-infectado, el cual es el más susceptible. La diseminación del bacilo ocurre por vía canalicular bronquios y bronquiolos en el pulmón, túmulos renales en el riñón, conductos galactóforos en la glándula mamaria, entre otros. Las lesiones se asientan en un solo  órgano generalmente lesionado en el período primario, por lo tanto se le denomina TB crónica de órgano. Generalmente se observan lesiones caseosas o reblandecidas, con formación de úlceras o nódulos.11 Esta forma puede estabilizarse, sin compromiso inmediato de la vida del individuo. Pero como consecuencia de la inmunosupresión puede evolucionar hacia una generalización aguda tardía, diseminándose el bacilo por vía linfohemática, con compromiso de los nódulos regionales. Son características la TB miliar tardía y la TB acinosa galopante.1

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.      Forbes A., Sahm D., Weissfeld A. Bailey y Scott; Diagnóstico Microbiológico. Editorial Médica Panamericana. 12ª ed. Buenos Aires.2009.
2.      Rodríguez Gerardo. Micobacterias. Disponible en: www.higiene.edu/cefa/2008/micobacterias.
3.      Koneman E, y cols. Diagnóstico Microbiológico. Editorial Panamericana. 5ta ed. Buenos Aires. 2003.
4.      Araujo Z, de Waard JH, Larrea C, López D, Fandiño C, Maldonado A, Hernández E, Ocaña Y, Ortega R, Singh M, Ottenhoff THM, Arend SM, Convit J. Study of the Antibody Response against Mycobacterium tuberculosis Antigens in Warao Amerindian Children in Venezuela. Mem Inst Oswaldo Cruz 2004; 99(5):517-524.
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6.      Keane J, Katarzyna M, Balcewicz S, Remold H. Infection by Mycobacterium tuberculosis promotes human alveolar macrophages apoptosis. Infect Immun 1997; 298:298-304.
7.      Rivas-Santiago B, Vieyra-Reyes P, AraujoZ. The Cellular Immune Response in Pulmonary Tuberculosis. Invest Clin 2005; 46(4):391-412.
8.      World Health Organization. Tuberculosis. Report N°41.2009.
9.      Rivas-Santiago B, Schwander S, Sarabia C, Diamond G, Klain-Patel M, Hernández-Pando R, Ellner J, Sada E. Human -defensin-2 is expressed and associated with Mycobacterium tuberculosis during infection of human aleveolar epithelial cells. Infect Immun 2005; 73(8):4505-4511.
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11.  Milburn HJ. Primary tuberculosis. CurrOpin Pulm Med 2011; 7:133-141.

12.  Rivas S y cols. Primeros casos de tuberculosis pulmonar por Mycobacterium bovis: una zoonosis reemergente en Uruguay. Rev Med Uru.2012. (28) 3.
13.  Katila L, Schools L, Erkinjunti P, Acelerated detection and identification of Mycobacterium with MIT960 and COBAS Amplicor systems. J Clin Microb. 2000; 38-960-4.
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