sábado, 16 de junio de 2012

Aspectos Bioéticos en la Bacteriología Clínica


Aspectos Bioéticos en la Bacteriología Clínica



Lcdo. Jhoel Armando Perdomo Lanza.

Residente II Posgrado en Bacteriología Clínica

     La bioética etimológicamente proviene del griego bios y ethos, que significa "ética de la vida", por lo que se podría decir que es la ética aplicada a la vida humana y no humana, animales, y la naturaleza (1). Esta rama de la ética que presento su primera definición en 1971, por van Potter como “el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias y la salud, en cuanto esa conducta sea examinada a la luz de los valores y principios morales” (2); en que la misma no solo se basa en la razón desde el punto de vista profesional, para establecer juicios morales, sino que abarca diversas redes de pensamiento interdisciplinario, donde se agrupan diversos individuos , con diferentes especialidades, conformándose el comité de bioética, que se encarga de reflexionar la problemática, con la intención de ayudar en la toma de decisiones en aquellos casos de la práctica institucional que presenten dilemas éticos (3), por esta razón la bioética es definida también “como una ayuda para la toma de decisiones en los dilemas éticos que se plantean en las Ciencias de la Salud y la Biología; siendo un dilema ético la situación que se produce cuando los principios éticos entran en conflicto”(4).

     El pensamiento bioético es de reciente aplicación, y está basado en todos los aspectos que de alguna u otra manera puedan de manera directa o indirecta incidir en el desarrollo de alguna profesión, en especial en el campo de la salud; disciplina a la cual la bioética debe principalmente su origen (5). Este pensamiento bioético está basado en 4 principios básicos, que son Autonomía, Beneficencia, No – Maleficencia, y Justicia; los cuales pueden ser defendidos desde cualquiera de las corrientes de la filosofía moral, donde se encuentran consecuencialistas para quienes la correcta acción moral está determinada por la producción de buenas consecuencias, es decir que el criterio moral del mayor bien para el mayor número, y la corriente  de los deontologistas para quienes los conceptos de obligación y de justicia son independientes de la felicidad o del bien que se logre, y toda la acción moral depende de la buena voluntad, es decir desde la imparcialidad y la universalidad del principio en el cual se juzga (6). 

     Desde este punto de vista, el principio de la Autonomía se basa en el respeto a las personas que impone la obligación de asegurar las condiciones necesarias para que actúen de forma autónoma, esto implica responsabilidad y es un derecho irrenunciable, incluso para una persona enferma, donde el paciente tiene la capacidad para obrar, y facultad de enjuiciar razonablemente el alcance y el significado de sus actuaciones, respondiendo por sus consecuencias; pero el mismo puede quedar sin efecto cuando se dan situaciones en que las personas puedan ser no autónomas o presenten una autonomía limitada (menores de edad, personas en estado vegetativo o con daño cerebral, etc.) siendo necesario en tal caso justificar por qué no existe autonomía o por qué ésta se encuentra limitada; reflejándose esto en el ámbito de la bacteriología clínica, en el momento de la recepción de la muestra biológicas, donde existe una interacción con el paciente en la cual se le da información de la forma más clara y detallada sobre el análisis que se le va a realizar, que abarcan las medidas que debe tomar antes y después del estudio, y en donde se tenga como objetivo establecer una conversación basado en comunicación, confianza, y comprensión, donde el paciente plantea su proyecto de vida, como persona y no como enfermo, ya que en términos antropológicos no se enferma el día en que comenzaron sus síntomas sino el día en que por esos síntomas se vio interrumpido su proyecto de vida; logrando esto, se pueden obtener datos de la clínico - epidemiológicos, que pueden ayudar de manera satisfactoria en el proceso de interpretación del cultivo, que ayudara a la recuperación del proceso infeccioso que atraviesa el paciente (1, 7).

     El principio de Beneficencia tiene como obligación la de actuar en beneficio de otros, promoviendo sus legítimos intereses y suprimiendo prejuicios; es decir que queda de parte del profesional decidir el mejor interés del paciente pero sin tener en cuenta la opinión de éste. Aplicando esto en el campo de la bacteriología clínica, es un reto al cual se enfrenta día a día este profesional, donde toma decisiones a partir de una pequeña muestra, basados en una serie de conocimientos teórico - prácticos, que son potenciados por la experiencia del día a día; y dichos conocimientos deben ser relacionados con la lógica, donde se interpreta y decide cómo actuar frente a un crecimiento bacteriano en una placa de Petri que para ese momento, se convierte en un paciente, un ser humano, que pone en manos del bacteriólogo su posible padecimiento, que puede traer consigo en el peor de los casos, el reporte de resultados negativos o positivos erróneos, que pueden afectar la salud del paciente, por el suministro o no del tratamiento antibiótico adecuado; con lo cual se infringe una violación al código deontológico del Bioanalista, en su artículo 8, siendo este código una de las formas que la bioética utiliza para reflexionar sobre los efectos morales que pudieron ser afectados en una profesión (7, 8). Por tal razón es difícil defender la primacía de este principio, pues el bacteriólogo toma decisiones basados en sus conocimientos, y actitudes humanas, dejando de lado otros principios válidos como la autonomía o la justicia (7).

     Teniendo en cuenta el principio de No – Mal – Eficencia, el cual consiste en abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros; donde trae consigo una serie de implicaciones como lo son una formación teórica - práctica rigurosa, y actualizada permanentemente para dedicarse al ejercicio profesional, así como investigar sobre tratamientos, procedimientos o terapias nuevas que ayuden a mejorar el bienestar del paciente. Cabe destacar que el bacteriólogo clínico presenta este tipo de hechos en su ejercicio profesional, no solo en el diagnostico de los géneros y especies bacterianas, sino principalmente en el momento de la aplicación de procedimientos para determinar la susceptibilidad a los antimicrobianos, que lleva inmerso la selección de los antibióticos a ensayar de acuerdo a una serie de factores tales como, microorganismo aislado, procedencia del paciente (Ambulatorio, Hospitalizado), edad, sexo, condición fisiológica (mujeres embarazadas), inmunidad, y enfermedades de base (diabetes, cáncer, etc), donde dependiendo de estos se puede incluir antibióticos orales, intravenosos, intramusculares, de los cuales el bacteriólogo debe estar en conocimiento de que agregar y que descartar, que solo se logra con la constante formación por medio de cursos de actualización, Congresos, y publicaciones periódicas tales como, lectura interpretada del antibiograma de los diferentes géneros bacterianos, etc; que ayudan a estar actualizado de las características importantes de las diferentes familias de antibióticos, como la farmacocinética, y farmacodinamia, espectro acción, y efectos colaterales en determinados pacientes, así como también de los diferentes mecanismos de resistencia que pueden afectar a los antibióticos, desde la forma de detección en una placa de Petri o en equipos automatizados, hasta su interpretación y reporte, lo cual representa una tarea ardua y continua, ya que la evolución de las bacterias en este sentido es muy elevado, y el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas son disminuidas, lo que convierte al bacteriólogo clínico en un profesional que debe llevar la bandera en promulgar el uso racional de los antimicrobianos, para la preservación de la vida ante posibles infecciones (7).

     Otro de los principios en los que se basa la bioética, es el de Justicia que se basa en  tratar a cada uno como corresponda con la finalidad de disminuir las situaciones de desigualdad (1, 7). Principalmente las relaciones entre los pacientes y el bacteriólogo clínico, pueden estar basadas en principios de autonomía, y beneficencia, pero cuando estos entran en conflicto, a menudo por los escasos recursos, es el principio de la justicia el que entra en juego para mediar entre ambos. Esta es una situación muy cotidiana, a la cual el bacteriólogo clínico se debe enfrentar, en especial a los que trabajan en hospitales públicos; quedando en sus manos la decisión a que pacientes dar prioridad en procesamiento de las muestras, ya que todos desde el punto de vista ético,  tienen la misma prioridad; por tal razón se presenta un dilema, y el bacteriólogo debe decidir en base muchas veces, a las condiciones de los pacientes, hasta el momento de en qué las políticas sanitarias sean más justas para disminuir las desigualdades (7).

     Es de destacar que son muchos los factores bioéticos que se encuentran dentro de la bacteriología clínica, ya que por ser una actividad íntimamente relacionada con el diagnostico de infecciones bacterianas en una gran variedad de pacientes, tiene en si una gran responsabilidad, que requiere una gran capacidad de reflexión no solo de los procesos infecciosos, sino de las características de los pacientes que día a día ponen en sus manos sus esperanzas para su pronta sanación, lo que significa que más allá de ser un buen profesional, se necesita de un individuo con alta calidez humana, comprometido con todos los niveles de vida, en sus diversas manifestaciones.

Referencias Bibliográficas

1) Maglio F. Revista Argentina de Cardiología. Julio-Agosto 2001, Vol 69, Nº 4.

2) Bioética. Temas y perspectivas. Publicación científica N° 527. Organización Panamericana de la Salud. Washington DC, 1990.

3) Gracia Guillén D. Ética médica. Madrid, Eudema; 1991.

4) Mainetti JA. Bioética ilustrada. La Plata, Quirón; 1994.

5) Romero G, Palencia A, Vargas M, Aular Y. Bioética, una necesidad en la formación del Licenciado en Química de la Universidad de Carabobo. Revista Educación en Valores. Universidad de Carabobo. Julio-Diciembre 2007 Vol. 2Nº 8.

6) Testa, M. La capacitación la enseñanza y la investigación para una política de reconstrucción nacional en el área salud, Junio 1973, pag. 6.

7) Malfatti, M. Ética médica. Suplemento del Diario del Mundo Hospitalario. Abril 2005. N° 38.

8) Código de ético y Deontología del Bioanalista en su Ejercicio Profesional. Venezuela.

GESTIÓN DE CALIDAD EN EL LABORATORIO CLÍNICO DEL SIGLO XXI: MODA O NECESIDAD?


GESTIÓN DE CALIDAD EN EL LABORATORIO CLÍNICO DEL SIGLO XXI: MODA O NECESIDAD?

Franklin Rolando Arguello Carrasquero.
Lcdo en Bioanálisis. Residente 2do año.

Especialización en Bacteriología Clínica. 

                Es muy frecuente escuchar, en la actualidad, a nuestros colegas conversar sobre las normativas gubernamentales ordinarias para el funcionamiento de los laboratorios clínicos, los cambios que sufren las mismas a cada instante debido a los Ministros de Salud de turno y la adaptación de dichos laboratorios a las nuevas tendencias de prestación de servicio.

                Aún con el poco conocimiento de gerencia, los bioanalistas hacen lo posible por gestionar políticas para el buen funcionamiento del servicio del laboratorio clínico tanto privado como público. Es cierto que hace falta mucho por hacer para que realmente se logre implantar de manera generalizada la gestión de calidad en los laboratorios clínicos venezolanos, pero se han venidos dando pasos lentos pero firmes con respecto a la formación de los nuevos profesionales del bioanálisis, anexando a los pensum de estudios la materia de gestión de la calidad, así como también la inclusión de dicha materia en la residencia asistencial en Bacteriología Clínica del Hospital Vargas; y adicionalmente, la Sociedad Venezolana de Bioanalistas Especialistas ha venido impartiendo diplomados en el área de Gestión de Calidad y asesorando a los Bioanalistas interesados en el tema para así promover, como objetivo final, la acreditación de sus laboratorios.

                El control de calidad moderno inició su desarrollo alrededor de 1920 en los Estados Unidos y la responsabilidad del control de calidad estaba reservada a áreas y personal técnico específico. Uno de los precursores del concepto de calidad moderno es el Dr. Walter A. Shewart de los Laboratorios de Teléfonos Bell. En ese período, los sistemas de medición de la calidad estaban basados en el producto en sí y el control de calidad tenía un enfoque correctivo una vez detectados los errores y fallas en los productos. [1]

                Posteriormente, el reto del control de la calidad era la generación masiva de productos que consistentemente cumplieran con normas y especificaciones. La orientación cambia, de acciones correctivas centradas en los productos, a la prevención a través del control de las variables de los procesos que generan los productos. [1]

                Entre 1960 y 1970 se cambia la orientación de la calidad a la satisfacción del cliente, la cultura empresarial se enfoca al desarrollo de nuevos productos, calidad en el diseño y mejores sistemas de distribución y ventas. Se incrementan los costos de producción y por lo tanto el precio de venta, el cliente está dispuesto a pagar por las cosas nuevas que lo satisfacen. El ámbito del control de calidad crece y además de los procesos, se incluyen las áreas y actividades que inciden en los clientes. [1]

                La década de los años 70, caracterizada por la crisis del petróleo e incremento en el precio de las materias primas y mano de obra, se denomina la “3ra generación de la calidad total”, en la cual, países asiáticos incursionan en los mercados internacionales y la competitividad se basaba en estrategias que buscaban menores costos y precios, ofreciendo igual o mayor satisfacción a los clientes. Se evoluciona del simple diseño de productos al diseño de toda una cadena productiva, donde todas las áreas funcionan por procesos y en calidad total. [1]

                En la década de los años 80, se inicia la “4ta generación del control de calidad total”. Los clientes requieren una mayor cantidad de productos, en donde el eje del movimiento es nuevamente el cliente. La tarea de las empresas es ahora la flexibilidad de sus procesos, la automatización, reducción de personal, mayor capacidad de aprendizaje y mejores relaciones con proveedores. [1]

                En los 90´, el tema principal es el enfoque estratégico y normativo de la planeación, y el diseño de la administración de la propia organización y la red con quienes interactúa. Las estrategias de calidad total para ser competitivos abarcan todos los procesos, sistemas de la organización y su red. La responsabilidad de la calidad ahora es necesariamente total e integral; se establece la calidad total como un sistema. Este concepto busca asegurar la lealtad del personal, otorgando mayor motivación, conocimiento, autoridad y poder de decisión, así como también mayor conciencia por la reservación del medio ambiente. [1]

                A finales de 1987 apareció por primera vez la familia de normas ISO 9000, que tenían como base la norma estándar británica, extendiéndose principalmente a partir de su versión de 1994. La principal norma de la familia es ISO 9001-2000-Sistemas de Gestión de la Calidad, que se obtuvo a partir de la revisión a que fue sometida en el año 2000, la ISO 9000 de 1994, obteniéndose una norma más ágil y adecuada para organizaciones de todo tipo. [2]

                Dichas normas han sido desarrolladas por la Organización Internacional de Normalización, ISO por sus siglas en el idioma inglés, con una Secretaría Central situada en Ginebra-Suiza y que constituye una red de institutos de estándares nacionales en 163 países. ISO es una organización no gubernamental que forma puentes entre los sectores públicos y privados, con el objetivo de llegar a un consenso sobre las soluciones que satisfagan tanto las necesidades de negocio y las necesidades más amplias de la sociedad. [3]

                La norma ISO 9001-2000 incorpora un título revisado, en el cual ya no se incluye el término “Aseguramiento de la Calidad”, de esta forma se destaca el hecho de que los requisitos del Sistema de Gestión de Calidad establecidos en esta nueva edición de la Norma ISO 9001, además del aseguramiento de la calidad del producto, pretende también aumentar la satisfacción del cliente. [4]

                Esta norma internacional no incluye requisitos específicos de otros sistemas de gestión, tales como aquellos particulares para la gestión ambiental, gestión de la seguridad y salud ocupacional, gestión financiera o gestión de riesgos. Sin embargo, esta norma internacional permite a una organización integrar o alinear su propio sistema de gestión de la calidad con requisitos de sistemas de gestión relacionados. Es posible para una organización adaptar su sistema de gestión existente con el fin de establecer un sistema de gestión de la calidad que cumpla con los requisitos de esta norma internacional. [4]

                La ISO 9001-2000 especifica los requisitos para un sistema de gestión de la calidad cuando una organización necesita demostrar su capacidad para proporcionar de forma coherente productos que satisfagan los requisitos del cliente y los reglamentos aplicabes, y aspira a aumentar la satisfacción del cliente a través de la aplicación eficaz del sistema, incluidos los procesos para la mejora        continua del sistema y el aseguramiento de la conformidad con los requisitos del cliente y los reglamentarios aplicables, con el último fin de obtener una certificación. [4]

                 Luego, en el año 2003, es preparada por el Comité Técnico ISO/TC 212 la Norma ISO 15189, Ensayos en el laboratorio clínico y sistemas de ensayo de diagnóstico in vitro. Esta Norma Internacional, basada tanto en ISO/IEC 17025 e ISO 9001, suministra los requisitos para la competencia y calidad que son particulares a los laboratorios clínicos. [5]

                Los servicios de los laboratorios clínicos son esenciales para el cuidado de los pacientes y por lo tanto tienen que estar disponibles para cubrir las necesidades de todos los pacientes y del personal clínico responsable del cuidado de dichos pacientes. Tales servicios incluyen disposiciones para solicitud, preparación e identificación del paciente, recolección de muestras, transporte, almacenamiento, procesamiento y análisis de muestras clínicas, junto con la validación, interpretación, reporte y notificación subsecuente, adicionalmente a las consideraciones de seguridad y ética en el trabajo del laboratorio clínico. En síntesis, dicha norma toma en cuenta aspectos tan importantes como las fases pre-analítica, analítica y post-analítica en los laboratorios clínicos, que de cumplirse a cabalidad, conllevarán a los laboratorios a obtener la acreditación para efectuar dicho servicio, dando como resultado la mejora del servicio en el tiempo y mayor confianza por partes de los usuarios de dicho servicio. [5]

                La Norma ISO 15189 contempla una serie de requisitos de gestión, que comprenden la organización y dirección del laboratorio, sistema de gestión de la calidad, control de documentos, revisión de contratos, análisis por laboratorios referidos, servicios y suministros externos, servicio de consulta, resolución de quejas, identificación y control de no conformidades, acciones correctivas, acciones preventivas, mejora continua, registros técnicos y de calidad, auditorías internas, revisiones por la dirección, requisitos técnicos del personal, de las instalaciones y condiciones ambientales, de los equipos de laboratorio, de los procedimientos pre-análisis, de los procedimientos de análisis y de los procedimientos post-análisis. [5]

                Es un reto adaptar en nuestros laboratorios toda esa serie de requisitos de gestión. Es tan dura la experiencia inicial para optar a la implantación de un sistema de calidad, que cuando se ha conseguido el objetivo, sea certificación o acreditación, tanto los responsables del proyecto como los que han participado quedan durante un tiempo “fuera de juego”, es decir, no quieren hablar ni ver, ni escuchar nada sobre calidad. Esa actitud cambia con el tiempo y sobre todo cuando poco a poco se van consolidando  todos los aspectos de la calidad, pasando a ser algo intrínseco al funcionamiento del laboratorio. [6]

                Ya no cuesta esfuerzo lo que antes parecía que era lo único que se hacía. Se empiezan a ver ventajas; todos los equipos tienen sus instrucciones y manual de mantenimiento; todo el instrumental está calibrado; los procedimientos técnicos están escritos y se crea el hábito de usarlos; se conoce en todo momento quién ha anotado las correcciones, quién  se ha hecho responsable de cada paso del análisis, quién ha llamado y qué quería; las no conformidades que han surgido a lo largo del día; las reclamaciones que ha habido, quién las ha hecho, por qué y cómo se han resuelto, y todo sin reuniones complejas, sino observando los registros de calidad. Se terminan las preguntas sin respuestas, los inconvenientes son fáciles de ver. [6]

                Cuando se tienen claras las auditorías internas y el seguimiento de los objetivos, es cuando de verdad se reconoce que realmente sirve. [6]

                En Venezuela, Fondonorma es la institución con competencia para certificación. Es de hacer notar que por primera vez, en 2008, se otorgó certificación ISO 9001:2008 a dos laboratorios en nuestro país; se trata de Avilab C.A. y Medivar C.A. El hecho que hayan optado por una certificación ISO 9001:2008 se debe a que en nuestro país no existe, hasta el momento, un ente acreditador de laboratorios. [7]

                Según la opinión de la Lcda. Marely Álvarez, gerente de calidad del Laboratorio Medivar, son múltiples los beneficios que aporta la certificación ISO 9001:2008, diferenciación con relación a otras empresas del ramo, beneficios que genera a los usuarios y su extensión hacia los usuarios de todos los laboratorios del país. Además aporta ventajas como aumento del capital intelectual de la organización, facilidades para la exploración de fortalezas y debilidades de la organización, disminución de costos de no calidad, servicio con una buena relación costo-valor, promoción del trabajo en equipo, incentivo al desarrollo profesional y personal y por último, gestión efectiva del ambiente de trabajo. [7]



Bibliografía.

1.- calidad.ugto.mx. Historia del control de la calidad.

2.- int-team.com. International team consulting. 2011

3.- iso.org. About ISO. 2011 ISO.

4.- Sistema de Certificación. Norma ISO 9001-2008.

5.- Laboratorio clínico. Requisitos particulares para la calidad y la competencia. Fondonorma NVF-ISO 15189:2007

6.- Concepción, Gimeno. Sistemas de gestión de la calidad en los laboratorios clínicos: certificación y acreditación. Enferm Infecc Microbiol Clin 2003; 21 (Supl. 2): 17-23.

7.- Ramirez, María. La certificación ISO 9001:2008, Fascinante viaje hacia la calidad de los laboratorios clínicos venezolanos. Calidad y Liderazgo. Año 10, No.23. Enero-Abril 2012. 4-7..

ANAEROBIOS: COLORACIÓN DE GRAM COMO DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO EN LA INVESTIGACIÓN DE ESTOS MICROORGANISMOS.


ANAEROBIOS: COLORACIÓN DE GRAM COMO DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO EN LA INVESTIGACIÓN DE ESTOS MICROORGANISMOS.


Autor: Lcda Jhonilys R. Navarro M.

Residente 2do año Especialidad en Bacteriología Clínica
 

Las bacterias anaerobias normalmente forman parte de la flora habitual de la piel, cavidad oral, tracto respiratorio superior, tracto genital femenino e intestinal de todos los seres humanos [1]. En los últimos años, el incremento de variadas y severas infecciones a causa de estos microorganismos, ha ido en ascenso de forma significativa, con frecuencia se han encontrado asociados con la flora comensal aerobia y anaerobia facultativa presente en los humanos, encontrándose que la mayoría de las infecciones que se producen en muchos casos son de origen endógeno [2,3].

La investigación de estas bacterias anaerobias condiciona una metodología microbiológica especial, debido a la variada sensibilidad al oxígeno y potencial redox reducido que presenta una especie u otra. La investigación de estos microorganismos se inicia desde la información de los datos clínicos suministrados que sugieren una presunta infección anaeróbica, bajo una orientación previa y adecuada acerca de la recolección de la muestra ideal, acompañado de un  transporte apto e inmediato de la misma, y un sistema de procesamiento útil que permita la correcta identificación de los mismos.  Éste debe contar con al menos, dos etapas: una dedicada a la búsqueda e identificación preliminar (a nivel de género o “grupo”) de anaerobios, y otra que intente conseguir una identificación más precisa y estudios de sensibilidad a los antibióticos que habitualmente tienen actividad sobre estas bacterias [4].

El interés por la búsqueda de bacterias anaerobias ha hecho necesaria la incorporación de técnicas sencillas y económicas utilizadas de rutina en los laboratorios bacteriológicos, con el fin de ofrecer una ayuda diagnóstica presuntiva en casos infecciosos por estos microorganismos, un ejemplo de esto lo constituye la coloración de Gram [5]. Esta constituye una herramienta muy útil, ya que proporciona información inmediata semicuantitativa acerca de las diferentes morfologías  bacterianas existentes y su afinidad a la coloración, ausencia de leucocitos en procesos anaerobios, entre otros. Esta información es sumamente considerada cuando existe una ausencia de crecimiento bacteriano en el cultivo de las muestras [4].

Como en casi toda la bacteriología, la morfología de los anaerobios se basa en la coloración de Gram. Sin embargo, se plantea un problema adicional por la poca estabilidad de los anaerobios a la coloración, convirtiéndose en Gram inestables o variables, se deben tomar en cuenta dos aspectos importantes en la coloración de Gram para anaerobios: 1) Es preferible efectuar la decoloración solamente con alcohol etílico que la mezcla alcohol-acetona, lo que favorece mayor estabilidad frente a la decoloración y 2) Prolongar el tiempo de contacto con Lugol hasta 1 minuto [6].

La morfología celular sobre las bases de la coloración de Gram, permite sugerir la presencia de un género anaerobio, distinguiendo sus variadas formas:

-       Bacilos pleomórficos Gram negativos que se tiñen débilmente, Bacteroides.

-       Cocobacilos sugestivos de especies pigmentadas,  Prevotella o  Porphyromonas.

-       Bacilo gramnegativo fino y fusiforme y a menudo dispuesto en parejas, unidos por un extremo, Fusobacterium spp. (Fusobacterium periodonticum, y especies microaerófilas de Capnocytophaga muestran estas características). Bacilos muy pleomórficos filamentosos con zonas hinchadas o redondas de tinción irregular, se pueden observar en Fusobacterium mortiferum,  Fusobacterium ulcerans  y, ocasionalmente, en Fusobacterium necrophorum.

-       Cocos gramnegativos pequeños son indicativos de  Veillonella.

Los bacilos grampositivos anaerobios adoptan múltiples formas y pueden aparecer grampositivos o "gramvariables".

-       Bacilo grampositivo grueso, de forma rectangular y sin esporas es sugestivo de  Clostridium perfringens (las esporas de Clostridium se ven raramente en las coloraciones de los exudados)

-       Bacilo grampositivo ramificado es sugestivo de Actinomyces o Propionibacterium [4].

La coloración directa en muestras clínicas relevantes como abscesos, exudados cutáneos fétidos, piel y partes blandas necrotizantes, puede ser de valiosa utilidad, dada la alta especificidad del Gram en estos contextos. Esto también debe considerarse en los líquidos corporales estériles, como ascítico, de diálisis peritoneal, articular, pericárdico, amniótico, pleural, sinovial, intraocular, entre otros, sobre todo cuando existe un fallo en el cultivo de estas muestras [7]. Un ejemplo de la utilidad diagnóstica de la coloración se evidencia en las Vaginosis Bacterianas (VB). Este cuadro clínico se encuentra  asociado a una bacteria anaerobia estricta llamada Mobiluncus, el cual se presenta como un bacilo Gram negativo en forma de coma, su cultivo es extremadamente difícil (requiere hasta un mes para su aislamiento). No obstante, la tinción de Gram en este caso es más importante que el cultivo dado la baja sensibilidad que este posee, y representa el método de diagnóstico presuntivo de tal agente, aún más, es el método propuesto y evaluado en la VB [8,9,10,11].

Para establecer un diagnóstico presuntivo de una infección por anaerobios es importante que el bacteriólogo correlacione el origen de la muestra con la morfología observada en la tinción de Gram. Si no se consigue obtener el aislamiento del anaerobio sospechoso (por algún fallo en los distintos pasos del diagnóstico y/o por  inhibición del microorganismo por un antibiótico residual, aunque no es muy común), la morfología y afinidad tintorial del mismo pudiera sugerir un diagnóstico presuntivo por anaerobios, y  permitiría establecer el inicio de una terapia empírica adecuada ante este proceso infeccioso, mientras que el proceso de aislamiento e identificación finalice.

Referencias Bibliográficas

[1] Finegold, S. Anaerobic Bacteria in Human Disease. First Edition. Academic Press. 1977; 27.

[2] Finegold, S. Therapy for Infections due to Anaerobic Bacteria: An Overview. J. Infect. Dis. 1977; 135(suppl):525- 529.

[3] Gorbach, S, Barlett, J. Anaerobic Infections. N. Engl. J. Med. 1974; 290:1289-1294.

[4]  SEIMC. Microbiología Clínica, Cap.16.Bacterias Anaerobias 2004.

[5] Quesada C, Rodríguez E, Gamboa M. Bacterias anaerobias aisladas en muestras clínicas de pacientes de un hospital regional de adultos de Costa Rica. Rev Biomed 2007; 18:89-95.

[6] C. Rivas, M. Mota. Bacterias anaerobias.  TEMAS DE BACTERIOLOGÍA Y VIROLOGÍA MÉDICA. Consultada: http://www.higiene.edu.uy/cefa/2008/BacteriasAnaerobias.pdf

[7]  Garrido R, Pedroche C, López F. Infecciones por anaerobios Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Madrid. Medicine 2006; 9(51): 3319-3328.



[8] Spiegel C, Roberts M. Mobiluncus gen. Nov., curtisii sp. Nov., Mobiluncus curtisii subespecies holmesii subsp.nov. and Mobiluncus mulieris sp.nov., curved rods for the human vagina. Int J Syst Bacteriol 1984; 34: 177-184.

[9] Spiegel C. The genus Mobiluncus. En: Balows A, Truper TG, Dworkin M, Harder W, Scheeifer KH. Prokariotes, 2 end N.Y. Springer-Verlag; 1992: 906-917.

[10] Joesoef M, Hillier S, Josodiwondo S, Linnan M. Reproducibility of a scoring system for Gram stain diagnosis of bacterial vaginosis. J Clin Microbiol 1991; 29: 730-1731.

[11] Cook R, Redondo-López V, Schmitt C, Meriwether C, Sobel J. Clinical, microbiological, and biochemical factors in recurrent bacterial vaginosis. J Clin Microbiol 1992; 30: 870-877. 

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Neumonía bacteriana: Un enfoque para el diagnóstico microbiológico.


Neumonía bacteriana: Un enfoque para el diagnóstico microbiológico.

Lcda Amarilys Desiree Chávez Díaz

Residente de 2do año Bacteriología Clínica-HVC.
Introducción.

            La neumonía es una infección aguda del parénquima pulmonar producida por diferentes agentes, entre ellos virus y bacterias, esta cursa con una serie de signos clínicos que durante la exploración semiológica orientan al médico al diagnóstico presuntivo; esta patología está catalogada como una de las enfermedades infecciosas que más afecta a la población tanto pediátrica como adulta, encontrándose ubicada entre las diez principales causas de muerte en Venezuela [1,2,3]. El diagnóstico etiológico de la neumonía constituye una herramienta clave que aporta información al clínico y es fundamental para la mejoría del paciente ya que permite instaurar una terapia antimicrobiana acorde al microorganismo causal; es por ello que el personal de laboratorio debe conocer los agentes etiológicos de las neumonías de acuerdo a la región y condiciones del paciente, así como los tipos de muestras que se destinan al diagnóstico de esta patología; lo antes descrito resulta importante ya que el procedimiento para la siembra de dichas muestras varía dependiendo de la técnica de recolección, bien sea no invasivas,  invasivas broncoscópicas o invasivas no broncoscópicas; a pesar de que no existe diferencia entre las dos últimas técnicas, es esencial que los procedimientos microbiológicos aporten resultados con cuantificación bacteriana que permitan diferenciar colonización de infección [4].

Clasificación de las neumonías y etiología

            La neumonía se clasifica de acuerdo al ambiente donde se adquiere, y de esto depende la orientación hacia un grupo de agentes etiológicos, a la hora de seleccionar los medios de cultivo para el aislamiento en el laboratorio.    Cuando se trata de un proceso incubado en un ambiente extra-hospitalario se conoce como Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) o si ocurre en las primeras 72 horas del ingreso a una institución hospitalaria, aquí se incluyen las casas de reposo y centros geriátricos [5,6,7]. Los estudios realizados en Venezuela sobre los agentes etiológicos de la neumonía bacteriana coinciden que  el Streptococcus pneumoniae continúa siendo el patógeno más frecuente en NAC; Mycoplasma pneumoniae y  Chlamydophila pneumoniae pueden ser el agente causal dentro del grupo de los atípicos y pueden estar en conjunto con S. pneumoniae. Así mismo los bacilos Gram negativos tipo Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis, como Pseudomonas aeruginosa en casos de pacientes con inmunosupresión, hogares de cuidado, VIH, alteración  anatómicas pulmonares entre otros factores de riesgo; varios autores coinciden en el papel que juega Legionella como agente etiológico de la NAC, a pesar de que en Venezuela la prevalencia es baja, debería considerarse en pacientes que hayan viajado a lugares con alta prevalencia (Estados unidos y Europa) o con factores de riesgo (enfermedad renal, diabetes mellitus, exposición a aguas de spa) [1, 5, 6, 8, 9, 10, 11].

            En contraste con lo anterior, la neumonía que se adquiere después de 48  horas de haber ingresado a una institución asistencial, o que para el momento de ingreso, no estaba en período de incubación, se denomina Neumonía Nosocomial (NN), suele presentarse como complicación en pacientes conectados a ventilación mecánica, esto ocurre debido a la pérdida de la integridad de la mucosa orofaringea lo que afecta la adherencia de bacterias grampositivas y facilita la colonización por gramnegativas [12,13,14].

            En cuanto a los agentes etiológicos de la neumonía nosocomial es importante resaltar que varían  entre los distintos centros hospitalarios y condiciones del paciente, ésta es una de la razones por la que se hace necesario realizar el estudio microbiológico; se recomienda realizar cultivos cuantitativos o semicuantitativos antes de iniciar la terapia con antibióticos, sin embargo la terapia empírica inicial aumenta la probabilidad de pronta recuperación y debe ser cambiada luego de la identificación del microorganismo. Los patógenos comúnmente asociados cuando el inicio es temprano (menos de 5 días de hospitalización) son  H. influenzae, S. pneumoniae y S. aureus meticilino sensible, cuando el comienzo es tardío (más de 5 días de hospitalización) se asocian bacilos Gram negativos Enterobacteriaceae, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter spp y cocos Gram positivos como Staphylococcus aureus meticilino resistente, aunque también pueden ser de etiología polimicrobiana. Es importante tener en cuenta los factores de riesgo que se asocian con patógenos específicos, como lo es ventilación mecánica con P. aeruginosa, Acinetobacter spp y Staphylococcus aureus, así como casos de aspiración documentada o reciente cirugía abdominal se asocia con anaerobios [1, 15,16, 17, 18, 19,20].

            El diagnóstico microbiológico debe funcionar de manera integrada por lo que no deben olvidarse otros agentes etiológicos que causan neumonías, como los hongos y virus.


Tipos de muestras y procesamiento.

            Las muestras del Tracto Respiratorio Inferior (TRI) pueden obtenerse por procedimientos invasivos o no invasivos. Las recogidas por procedimientos no invasivos incluyen los esputos, los aspirados endotraqueales (pacientes intubados) y las secreciones bronquiales.  El esputo espontaneo es la muestra que más se recibe en el laboratorio, sobre todo para diagnostico de NAC, el microbiólogo debe evaluar la calidad de dicha muestra aplicando, en  la coloración de Gram, los criterios de Murray y Washington (1975) considerando una muestra de calidad la que contiene más de 25 leucocitos polimorfos nucleares y menos de 10 células epiteliales escamosas por campo de 100x (bajo aumento), se deben describir los morfotipos observados y predominantes en campo de 1000x  para darle valor en el posterior cultivo cualitativo, que se realiza de igual manera para las secreciones bronquiales sembrando en placas con asa estéril y reaislando en al menos tres áreas o cuadrantes [13,21].  

            Se debe realizar cultivos cuantitativos en los aspirados endotraqueales (AET), muestras obtenidas por fibrobroncoscopia, como cepillado por catéter telescopado protegido (CTP), que se debe introducir en 1mL de suero salino fisiológico, y  Lavado Broncoalveolar (LBA), y muestras obtenidas por técnicas ciegas. Este cultivo se puede realizar haciendo diluciones seriadas en solución salina fisiológica o sembrando directamente con asa calibrada, previo a esto la muestra debe homogeneizarse en vortex y se debe realizar extendido para coloración de Gram en todos los casos [11,13,15].

            La aplicación de los cultivos cuantitativos al aspirado traqueal, las muestras obtenidas por fibrobroncoscopia y a los métodos ciegos ha rentabilizado significativamente el diagnóstico microbiológico de la neumonía nosocomial y en particular de la Neumonía Asociada a Ventilación (NAV), permitiendo establecer puntos de corte en los recuentos de colonias que diferencian las bacterias contaminantes o colonizantes de las bacterias potencialmente patógenas, presentes en altas concentraciones [12,13,18,19].

            Los medios de cultivo a emplear en general son los mismos tanto para las muestras obtenidas por técnicas invasiva y no invasivas, agar sangre de carnero 5% (o agar sangre de caballo), una placa de agar chocolate y una placa de agar MacConkey o agar EMB. En caso de sospecha de infección por Legionella spp se debe incluir una placa de agar BCYEa,  para diagnóstico de infección por anaerobios, la muestra ideal es el CTP o biopsias, y se debe sembrar en medios de cultivo para anaerobios. Las condiciones de incubación deben ser a una temperatura de 35-37ºC en atmósfera de CO2 al 5% durante 48 horas como mínimo, se recomienda la incubación hasta las 72 horas. La placa para anaerobios se incubará en atmósfera de anaerobiosis durante el mismo tiempo y temperatura. Las placas para Legionella spp. deben incubarse en la misma atmósfera de CO2 durante 10 días [7,13,20]



            A la hora de interpretar el cultivo, se debe tener en cuenta los morfotipos que predominan en el Gram, no identificar microorganismos pertenecientes a la microbiota habitual, evaluar microorganismo con crecimiento significativo y predominante en el cultivo y si no se aíslan bacterias consideradas patógenos se debe reportar que sólo hubo desarrollo de microbiota habitual.



            En este orden de ideas, los cultivos cuantitativos deben valorarse considerando los puntos de corte establecidos, y se muestran en la tabla 1 junto con la sensibilidad y especificidad de cada uno.



Tabla 1. Valores de sensibilidad, especificidad y puntos de corte de acuerdo a la técnica de obtención de muestra

Técnica
Punto de corte
Sensibilidad
Especificidad
AET
106 ufc/ml
71-82 %
83-89%
CTP
103 ufc/ml
78%
100%
LBA
104 ufc/ml
22-100%
88%

Fuente: Rev chil infect 2011; 28(2): 130.151.



Otras técnicas para el diagnóstico de neumonía

            En la actualidad se dispone de técnicas rápidas inmunocromatográficas para la detección en orina y líquido pleural de antígenos bacterianos de S. pneumoniae y L. pneumophila, de gran valor para el diagnóstico de la NAC. El hemocultivo se considera un examen fundamental por las implicaciones en el diagnóstico y tratamiento del paciente sobre todo en NAV, a pesar de su baja sensibilidad y especificidad; el recuento de micoorganismos intracelulares en LBA es otra estrategia rápida, tiene puntos de corte variables desde 1%-15%, con una sensibilidad de 37-100% y especificidad 89-100% [22,23].

Conclusión

            El diagnóstico etiológico de neumonía constituye una herramienta clave para el tratamiento apropiado del paciente. Es importante conocer los diferentes tipos de muestras que se reciben en el laboratorio para el diagnóstico de neumonía y su correcto procesamiento, así como los datos de comorbilidad de los pacientes para la interpretación del cultivo.





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