miércoles, 22 de agosto de 2018


Vigilancia epidemiológica de las bacterias Multidrogorresistentes en las Infecciones Asociadas a la Atención en Salud (IAAS)
Lcda. Joelitza Nieto
Residente de 2do año
Especialidad en Bacteriología Clínica-Hospital Vargas de Caracas

Actualmente las IAAS y la resistencia bacteriana, son considerados problema de salud pública teniendo un gran impacto a nivel asistencial, incrementando las tasas de morbi-mortalidad y los gastos sociosanitarios, entre otros(1,2). Una de las grandes complicaciones de las IAAS es cuando son ocasionadas por bacterias MDR, y la problemática reside en la rápida transmisión de los diferentes mecanismos de adquisición de resistencias y en el establecimiento de reservorios de estos microorganismos en hospitales u otros centros sanitarios,  pudiendo llevar a la aparición de  brotes epidémicos.(1)
Es importante definir las IAAS, como aquellas que se adquieren y evidencian después de 48 a 72 horas del ingreso del paciente a un hospital o a otro centro sociosanitario, no estando presente, ni en proceso de incubación para el momento de dicho ingreso. También abarcan a las que se manifiestan después del alta hospitalaria y a las infecciones ocupacionales del personal sanitario.(3)
 Además, se hace necesario mencionar que un microorganismo es MDR, cuando presenta resistencia al menos a tres familias de antimicrobianos, con repercusión clínica y epidemiológica; siendo el uso excesivo e inadecuado de los antimicrobianos una de las causas de su aparición.(1)
Estos microorganismos se han aislado mayoritariamente en pacientes hospitalizados, aunque existen cambios en su epidemiologia, gracias a modificaciones en la asistencia sanitaria, como el desarrollo de estructuras asistenciales alternativas de hospitalización; permitiendo su detección en ambientes extrahospitalarios (centros sociosanitarios, residencias geriátricas, entre otros).(4)
            La presencia de pacientes colonizados es una de las principales vías de propagación de las bacterias MDR, y la contención de las mismas, una prioridad asistencial y de salud pública, por lo que los estudios de vigilancia son imprescindibles para una detección precoz de la colonización por estas bacterias.(5) Entendiéndose por vigilancia epidemiológica un proceso dinámico que incluye la recogida de datos, su análisis, la interpretación de los mismos y la difusión de resultados que afectan a un problema de salud.(6)
Todo esto hace necesario realizar cultivos de vigilancia epidemiológica para conocer la dimensión del problema de la multirresistencia en los centros asistenciales. Estos deben considerarse una herramienta adicional en los programas de control de la transmisión de las IAAS por estos microorganismos; donde el laboratorio de microbiología es fundamental para detectar e identificar correctamente las bacterias MDR presentes en muestras clínicas, además de contribuir al diseño e implementación de programas para su vigilancia y control.(7)
Es importante resaltar, que el estado de portador representa uno de los mecanismos de transmisión de las bacterias MDR, como puede ser el caso del personal sanitario como portador transitorio o permanente de estos microorganismos, puediendo transmitirlas a otros pacientes a través del contacto directo (manos) durante la atención.(8)  Es por ello, que existen diferentes métodos microbiológicos, basados en el cultivo y pruebas moleculares, para la detección del estado de portador de bacterias multirresistentes.(5)
Debido a su impacto clínico/epidemiológico y a las dificultades terapéuticas; las bacterias de mayor interés serian:
Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM)
Se trata de un microorganismo con una resistencia cromosómica, que genera una muy baja afinidad por los antibióticos betalactámicos actualmente disponibles para uso clínico. Sus reservorios son principalmente los pacientes y personal sanitario que pudieran estar colonizados de forma permanente o temporal, y su transmisión se produce fundamentalmente de forma cruzada a través de las manos del personal sanitario o por el ambiente hospitalario (superficies, objetos de uso común, etc.).
Las muestras adecuadas para realizar la vigilancia epidemiológica de SARM son:
En pacientes o personal sanitario que pudieran estar colonizados serían, el exudado nasal, exudado faríngeo y el exudado perirrectal o perineal. Sin embargo, si se elige tomar una única muestra, el exudado nasal seria  el adecuado. Y dependiendo del estado clínico del paciente se pueden tomar muestras de secreciones respiratorias  u orina (si el paciente tiene una sonda urinaria).
            Para los cultivos se deben emplear medios selectivos y, preferiblemente diferenciales, en los que se identifique SARM fácil y rápidamente; siendo los más empleados el agar manitol-sal (medio de Chapman) y el agar cromogénico. También es recomendable usar medios suplementados con oxacilina (0,5 a 6 µg/ml) o de cefoxitina (desde 4 a 8 µg/ml) como agentes selectivos para las cepas resistentes a meticilina y finalmente, se debe realizar identificación definitiva, y pruebas de sensibilidad antimicrobiana para evaluar otras resistencias, además de otros estudios que se crean oportunos, como tipificación molecular.(7)
Enterococcus resistente a glucopéptidos (ERG)
En este género las especies de mayor importancia clínica son, E. faecalis y E. faecium, debido a que se han aislado con mayor frecuencia y a las limitadas opciones terapéuticas que presentan, gracias a su resistencia intrínseca a varios antibióticos (aminoglucosidos, cefalosporinas), y la adquirida a los glucopéptidos (vancomicina y teicoplanina).
Asimismo, sus múltiples vías de transmisión dentro de los ambientes hospitalarios, como el contacto directo o indirecto con las manos contaminadas del personal sanitario, contacto paciente-paciente, con el equipo médico o las superficies que rodean al paciente; su capacidad de colonizar la región perineal y su potencialidad de transmitir el gen de resistencia a los glucopeptidos (vanA o vanB) a otras especies como Staphylococcus aureus, hacen que el ERG sea un problema de salud pública.(7,9)
Es importante destacar que en el caso de pacientes colonizados que presentan diarrea, el riesgo de transmisión aumenta, por lo que las muestras habituales para el cultivo de vigilancia epidemiológica de ERG son la rectal o perianal y las de heces. En ocasiones se pueden aceptar otras muestras como la orina y los exudados de herida, y si se requiere el estudio  de áreas hospitalarias, se analizarán muestras procedentes de las superficies próximas al paciente y del instrumental médico en contacto con él.
Los medios utilizados son selectivos y diferenciales, que permiten su rápida detección. Estos contienen vancomicina (de 6 a 8 mg/l) esculina, sales biliares y azida sódica. Existen comercializados diferentes tipos de medios, líquidos y sólidos, utilizados en el cribado de ERG, incluso existen medios cromogénicos que permiten diferenciar E. faecium y E. faecalis. Se deben realizar los estudios oportunos para su identificación en cuanto a especie y estudios de sensibilidad.(7)
Enterobacterias productoras de Betalactamasas de Expectro Extendido (BLEE)
La importancia de estas cepas reside en la capacidad de inactivar penicilinas, cefalosporinas de amplio espectro y monobactams. Las BLEE derivan de enzimas tipo TEM,  SVH y CTX-M, codificadas generalmente en plásmido por lo cual son altamente transferibles entre diferentes especies e inclusive géneros.(10)
Por su alta frecuencia destacaban Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae productoras de BLEE; sin embargo, están adquiriendo importancia creciente las infecciones producidas por otras especies de Enterobacterias (Enterobacter spp., Proteus mirabilis y Salmonella enterica, entre otras).(7,10)
El principal mecanismo de transmisión de estos microorganismos ocurre a través de las manos del personal sanitario, siendo el aparato digestivo el principal reservorio de estas cepas. Los pacientes con mayor riesgo de desarrollar colonización o infección son aquellos con una enfermedad de base grave, estancias prolongadas en el hospital, diferentes dispositivos invasivos (sonda urinaria, catéteres intravasculares) y que reciben terapias antimicrobianas prolongadas. Como el principal reservorio es el aparato digestivo, las muestras de elección son las heces o hisopado rectal.
Para el cultivo epidemiológico, hay diferentes medios selectivos (p. ej., agar MacConkey, agar Driglasky y agar nutritivo con vancomicina y anfotericina B) para un rendimiento óptimo en la recuperación de enterobacterias productoras de BLEE a partir de hisopados rectales y heces, siendo los más habituales los que están suplementados con cefotaxima o ceftazidima.
También se ha comercializado un medio cromogénico (ESBL-Bx) que permite una identificación preliminar de las Enterobacterias productoras de BLEE en 24 h. Aunque los medios selectivos están diseñados para garantizar una alta sensibilidad en la detección de cepas con BLEE, de igual manera deben seleccionarse las colonias con morfología de enterobacterias y proceder a su identificación hasta llegar a nivel de especie. Además del cribado de este tipo de resistencia por diferentes métodos, principalmente los establecidos por el Institutos de Standares Clinicos y de Laboratorios, (CLSI, por sus siglas en ingles que significa Clinical and Laboratory Standards Institute).
Varios sistemas automatizados para la realización de perfiles de susceptibilidad, como Vitek (BioMerieux), MicroScan (Dade Behring) y BDPhoenix (Becton Dickinson Biosciences) disponen en sus paneles/tarjetas comerciales, pocillos específicamente diseñados para el reconocimiento de enterobacterias productoras de BLEE y que suelen disponer de un sistema experto que alerta la presencia de este mecanismo de resistencia.(7)
Acinetobacter baumannii multirresistente
El género Acinetobacter incluye un amplio número de especies/genospecies de las que la de mayor importancia clínica es A. baumannii. La compleja taxonomía de estos microorganismos dificulta bastante su identificación precisa en cuanto a especie, lo que suele requerir el uso de métodos moleculares. Con gran frecuencia las cepas de A. baumannii nosocomiales son resistentes a betalactámicos (incluyendo los carbapenems), fluoroquinolonas, aminoglucósidos, tetraciclinas y cotrimoxazol. Algunas cepas sólo son sensibles a las polimixinas, pero incluso se han descrito ya aislados resistentes también a estos compuestos.
En cuanto a su reservorio, este microorganismo puede sobrevivir en el ambiente hospitalario durante largos períodos, siendo importante ya que puede ocurrir la transmisión del patógeno al paciente directamente o a través de las manos del personal sanitario que han estado en contacto con las superficies contaminadas. Además los pacientes colonizados o infectados son también, un importante reservorio del microorganismo.
Los factores de riesgo relacionados con su adquisición incluyen una estancia hospitalaria prolongada, empleo de maniobras invasoras, inmunosupresión, enfermedad de base grave y uso previo de antimicrobianos.
Las muestras de vigilancia epidemiológica más frecuentes, incluyen esputo y exudado de traqueotomía, heridas, axila/ingle e hisopado rectal. Se ha descrito contaminación por A. baumannii en componentes de los equipos de respiración asistida, líquidos de infusión, medicaciones multidosis, ropa de cama, transductores de presión no desechables, etc. La muestra ambiental es tomada con torunda en medio líquido y se cultiva en un medio sólido.
Se debería emplear medios de cultivo diferenciales suplementados con un antimicrobiano al que el microorganismo sea resistente, como el medio LAM (Leeds Acinetobacter Medium), que está suplementado con vancomicina (10 mg/l), cefsulodina (15 mg/l) y cefradina( 50 mg/l) para el aislamiento selectivo de Acinetobacter en muestras clínicas o ambientales. Como una gran mayoría de cepas son resistentes a gentamicina, muchos protocolos aconsejan el uso de agar MacConkey suplementado con gentamicina en una concentración de 8 µg/ml. La identificación presuntiva de las colonias de A. baumannii se basa en pruebas bioquímicas. La identificación de especie definitiva se realiza por métodos moleculares, habitualmente en centros de referencia, por lo que si se emplean métodos químicos, es recomendable hacer referencia en la identificación al “complejo A. baumannii” y se deben realizar las respectivas pruebas de sensibilidad.(7)
Pseudomonas aeruginosa productora de carbapenemasas
Es una de las especies aisladas con frecuencia en las IAAS, tienen la capacidad de sobrevivir en el ambiente hospitalario, ya que puede resistir a la acción de muchos desinfectantes. Ha mostrado un incremento significativo de su resistencia, dado que posee la capacidad de adquirir nuevos mecanismos de resistencia contra los agentes antimicrobianos, siendo la producción de metalo β-lactamasas (MBLs) uno de los principales.
Produce infecciones respiratorias intrahospitalarias, en pacientes con ventilación mecánica, en individuos con heridas, quemaduras, intubaciones endotraqueales, cateterismos vesicales, vías venosas, entre otros, donde tiene un rol como patógeno oportunista; y en pacientes inmunodeprimidos  en quienes puede actuar como patógeno primario.(11)
Aunque la detección de resistencia a carbapenems en P. aeruginosa no es difícil empleando los métodos estandarizados habituales en el laboratorio clínico, sí es complejo precisar cuál es el mecanismo subyacente. La caracterización de estos mecanismos tiene importantes implicaciones epidemiológicas, y es necesario determinar si obedecen a mutaciones cromosómicas o a la producción de carbapenemasas, en especial de MBLs.
Aunque P. aeruginosa no suele formar parte de la microbiota, en ocasiones existe colonización en el tracto gastrointestinal y en otras zonas, como faringe, axila y periné. Puede producirse contaminación de productos y equipos hospitalarios, en particular de aquellos que poseen componentes en contacto con la humedad. El reservorio de los pacientes colonizados es de mayor importancia para el ulterior desarrollo de brotes epidémicos, en los que los pacientes adquieren el microorganismo por transmisión cruzada.
Los cultivos de vigilancia epidemiológica para P. aeruginosa multirresistente deben tener en cuenta la toma de muestras de pacientes, muestras del ambiente hospitalario y equipos de atención sanitaria. P. aeruginosa crece con facilidad en los medios de cultivo habituales, incluyendo los medios de cultivo diferenciales para bacterias Gram negativas (agar MacConkey). Se han diseñado medios con agentes selectivos (como cetrimida) para favorecer el crecimiento de P. aeruginosa a partir de muestras clínicas con flora mixta y muestras ambientales.
Habitualmente,  se emplean para su aislamiento primario cefotaxima en los medios selectivos de vigilancia epidemiológica, con independencia de si el aislado es multirresistente o nó. La adición de ceftazidima, aminoglucósidos, o carbapenems al agar Mac-Conkey u otro medio equivalente favorecerá específicamente la selección de cepas con más resistencia.
Posteriormente, se debe realizar la identificación del crecimiento de P. aeruginosa y la confirmación de la resistencia a los diferentes antimicrobianos. La identificación de cepas que producen Metalo Betalactamasas (MBL) se basará en los resultados de pruebas fenotípicas o moleculares.(7)
Por todo lo anterior, la realización de cultivos de vigilancia epidemiológica permite implementar medidas preventivas precoces que tiendan a controlar la diseminación de patógenos resistentes, evitando así el desarrollo de brotes intrahospitalarios, así como el aumento de morbi-mortalidad y los costes sanitarios.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1.            Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE). Protocolo de Vigilancia y Control de microorganismos multirresistentes o de especial vigilancia clínico-epidemiológica (Protocolo-MMR). Madrid, 2016.
2.            Organización Mundial de la Salud. Prevención de las Infecciones Nosocomiales. Guía práctica. World Health Organization. 2° edición. 2003.
3.            Fernández A, Fernández J, Escudero D, Cofiño L, Forcelledo L, Telenti M, et al. Vigilancia epidemiológica para microorganismos multirresistentes en una UCI polivalente. Rev Esp Quimioter. 2017; 30 (3): 201-206
4.            Rodríguez J. y Pascual A. Microorganismos multirresistentes, ¿adquisición nosocomial o comunitaria? Enferm Infecc Microbiol Clin. 2004; 22 (9): 505-506
5.            Oteo J, Bou G, Chaves F, Oliver A. Métodos microbiológicos para la vigilancia del estado de portador de bacterias multirresistentes. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2017; 35 (10): 667-675
6.            Pujol M, Limón E. Epidemiología general de las infecciones nosocomiales. Sistemas y programas de vigilancia. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2013; 31 (2): 108-113
7.            Eliecer M, Dominguez M, Ezpeleta C, Padilla B, Ramírez E, Martínez L. Cultivos de vigilancia epidemiológica de bacterias resistentes a los antimicrobianos de interés nosocomial. Enfrm Infecc Microbiol Clin. 2008; 26 (4): 220-229
8.            Organización Mundial de la Salud. Prevención de las Infecciones Nosocomiales. Guía práctica. World Health Organization. 2° edición. 2003.
9.            Estrada A, Mendo R, Astocondor L, Zervos M, García C. Colonización por enterococo resistente a vancomicina en pacientes internados en un hospital de Lima, Perú. Rev Peru Med Exp Salud Publica. 2017; 34 (4): 666-671
10.         Pineda L, Tzoc E, Rivera M, Herrera L, Moncada M. Caracterización clínico y epidemiológica en pacientes con infección de Enterobacteriaceae productoras de Betalactamasas de espectro extendido (BLEE), Hospital Escuela Universitario, Tegucipalpa, Honduras, 2013. Revista Ciencia y Tecnología. 2017; 20: 50-66
11.          Guevara A, Sahai J, Tedesco R. Persistencia clonal de Pseudomonas aeruginosa productora de metalo-β-lactamasas en un hospital de Ciudad Bolívar, Venezuela. Rev Soc Ven Microbiol. 2015; 35:77-82


Los aceites esenciales de  plantas como fuentes de nuevos antibióticos
Lcda. Xenia Castillo
Residente de 2do año
Especialidad en Bacteriología Clínica-Hospital Vargas de Caracas

Desde su aparición, los antibióticos han sido herramientas importantes para el tratamiento de muchas enfermedades infecciosas, el uso de éstos permitió disminuir en forma importante y notable la morbi-mortalidad de algunas patologías, debido a ésto se pensó erróneamente que muchas de estas enfermedades iban a desaparecer, sin embargo, la aparición y diseminación de microorganismos patógenos resistentes a casi todos los antibióticos disponibles plantea una complicación terapéutica, considerada actualmente como un problema de salud pública mundial.(1)
En el 2015 el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés que significa Center for Disease Control Prevention), calculó que los microorganismos resistentes a los antibióticos causan 2 millones de infecciones y 23.000 muertes solo en los Estados Unidos cada año, con un impacto económico de $35 millones adicionales de gastos en salud. Es probable que esta información este sub-registrada, pudiendo ser igual o mayor en otras regiones del mundo, en particular en países de continuo crecimiento tales como los de América Latina. (2)
En el año 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una lista de patógenos prioritarios resistentes a los antibióticos, la cual está dividida en tres categorías considerando la urgencia con la que se necesitan nuevos antibióticos (prioridad crítica, elevada y media).(3) Sumado a esto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha expuesto que en 21 países de las Américas hay una elevada resistencia de Escherichia coli a las cefalosporinas de tercera generación y fluoroquinolonas; y en algunas áreas geográficas el 90% de las infecciones por Staphylococcus aureus son resistentes a la meticilina, lo cual significa que el tratamiento con los antibióticos de primera línea como son los betalactámicos no funcionan.(4)
Las investigaciones sobre nuevos antibióticos no han podido superar la evolución de los mecanismos de resistencia por parte de las bacterias, es por ello que entre las estrategias propuestas por la OMS en el 2001 para la contención de la resistencia antibiótica se menciona fomentar el desarrollo de nuevos antibióticos, sin embargo, en la industria farmacéutica se ha observado una ralentización en el desarrollo de nuevos fármacos antibacterianos atribuido al  elevado costo que esto implica lo que ha generado un particular interés por la búsqueda de nuevos compuestos más factibles económicamente y con mayor efectividad que los que existen hasta ahora.(5)
Por lo anteriormente expuesto es que se han dirigido las investigaciones hacia los compuestos naturales así como modificaciones sintéticas de antibióticos existentes para recuperar su eficacia.(2) En los últimos años, las plantas han tenido relevancia como centro focal de estudios de nuevos antibióticos ya que representan un recurso valioso, debido a la presencia de principios activos con actividad biológica que pueden ser agentes modificadores de la resistencia.(6)
Son numerosas las investigaciones enfocadas en la búsqueda de nuevos compuestos con actividad biológica a partir de fuentes naturales, muchos de ellos dirigidos hacia la evaluación de la actividad antimicrobiana en extractos y aceites esenciales extraídos de plantas, ejemplo de ésto lo representa la actividad biológica de Plumbago scandens L. sobre cepas multidrogoresistente de Mycobacterium tuberculosis.(7), así como la actividad antibacteriana del aceite esencial de Eucalyptus globulus sobre E. coli y S. aureus. (8)
Todas estas plantas han demostrado ser una fuente de principios activos para la obtención de medicamentos lo cual trae algunas ventajas obvias tales como brindar la posibilidad de tener una mayor oferta de sustancias con propiedades terapéuticas que sean iguales o más efectivas que las conocidas hasta el momento, además de ser el costo del tratamiento más económico que el de tratamientos con productos farmacéuticos netamente sintéticos.(9)
La mayoría de las especies vegetales poseen propiedades bactericidas, insecticidas y fungicidas, estas propiedades se explican por la presencia de principios activos o productos del metabolismo de los organismos vegetales, que poseen dicha actividad farmacológica.(6) Dentro de estas sustancias se encuentran los aceites esenciales, éste, es un líquido aromático de aspecto fluido o espeso y de color variable según las plantas de las que es extraído. Es segregado por células especiales y se almacenan en estructuras denominadas  canales o glándulas secretoras de las plantas, de las cuales hay dos tipos, las localizadas en las superficies de las plantas con secreción exógena y las localizadas dentro de la planta con secreción endógena, que se encuentran tanto en las hojas, como en las flores, la madera, las raíces o las semillas.(10)
Así mismo, se pueden presentar cambios en la composición y en la localización de una parte de la planta a otra de este producto. Por ejemplo, en el árbol de naranja, el aceite de Neroli se obtiene de las flores, el aceite de naranja de la cascara de la fruta en sí, y el aceite del Petitgrain de las hojas del árbol. (6)
Estos aceites esenciales se obtienen a partir del metabolismo secundario (no necesarios para la vida de la planta), donde se generan sustancias que no son comunes a todas las plantas, pero que son característicos de cada especie y a veces se les considera como medios de defensa ya que tienen función protectora frente a predadores, actuando como repelentes, proporcionando a la planta sabores amargos, haciéndolas indigestas o venenosas a los depredadores. Este producto del metabolismo secundario de las plantas, están compuestos en su mayor parte por hidrocarburos de la serie polimetilenica del grupo de los terpenos que corresponden a la formula (C6H8), junto con otros compuestos casi siempre oxigenados.(10)
Los aceites esenciales se clasifican según:
·         Consistencia: fluidos, bálsamos, oleorresinas, concretos y absolutos.
·         Origen: naturales, artificiales y sintéticos.
·         Composición química: flavonoides, quinonas, taninos, terpenos, cumarinas, alcaloides, lectinas y polipéptidos.
·         Naturaleza química de los componentes mayoritarios: monoterpenos y monoterpenoides, sesquisterpenos y sesquipertenoides, fenilpropanos.(9)
Gracias a la presencia de los compuestos químicos se le atribuyen a los aceites esenciales las diversas acciones medicinales, como por ejemplo las antimicrobianas, que van a depender del principio activo que contenga el aceite. Los diferentes mecanismos de acción de cada compuesto descritos son los siguientes:
ü  Flavonoides: tienen propiedad antimicrobiana frente abacterias  y hongos patógenos mediada por su acción sobre las membranas celulares microbianas, ellos interactúan con proteínas de membrana presentes en la pared celular bacteriana dando lugar a una mayor permeabilidad de la membrana, lo que genera  la fuga de iones y otros contenidos celulares, ésta fuga puede ser tolerada por la bacteria sin pérdida de viabilidad,  pero una pérdida extensiva de contenido de la bacteria o la salida de moléculas críticas e iones conducen a la muerte.
ü Quinonas: son conocidos por su unión irreversible con un grupo amino de las proteínas, lo que a menudo lleva a su inactivación y pérdida de la función. Los principales objetivos en las células bacterianas son proteínas de adhesina expuestas a la superficie, pared celular, polipéptidos y enzimas unidas a la membrana. La quinona de Cassia italica según estudios se demostró que es bacteriostática contra bacterias patógenas tales como B. anthracis, C. pseudodiphthericum, y P. aeruginosa, y bactericida contra B. pseudomallei.
ü     Taninos: causan daño a las proteínas de la membrana, bien sea debido a que los hidrocarburos cíclicos podrían acumularse en la bicapa lipídica o por distorsión de la interacción lípido-proteína o la interacción de los compuestos lipófilos.
ü  Alcaloides: el mecanismo de acción se atribuye a su capacidad para intercalarse en el ADN, dando como resultado una alteración de la división celular y la muerte celular.
ü  Terpenoides: el mecanismo de acción antimicrobiano se atribuye a la interrupción de la membrana en los microorganismos o a la acción de las enzimas terpeno ciclasa junto con la posterior oxidación y reordenamiento estructural de la célula bacteriana.
ü Lectinas y polipéptidos: el mecanismo de acción se presume que se debe a la formación de canales iónicos en la membrana bacteriana o debido a la inhibición competitiva de la adhesión de proteínas microbianas para albergar los receptores de polisacáridos.(11)
Existen otras propiedades antimicrobianas atribuibles a los aceites esenciales, dentro de las que destacan:
ü Evitar la formación de biopeliculas, dado que el mismo es uno de los procesos de comunicación entre las bacterias. Éste efecto podría aportar al desarrollo de nuevos fármacos sobretodo contra L. monocytogenes, S. aureusP. aeruginosa, E. coli y K. pneumoniae (principales generadores de biopeliculas).
ü   Inhibición de la producción de cápsulas bacterianas, ya que en investigaciones realizadas se encontró que el ácido salicílico o sus derivados son eficaces para reducir significativamente la producción de cápsulas modulando la expresión de reguladores globales que controlan la síntesis capsular.
ü   Aumento de la susceptibilidad bacteriana a los antibióticos, debido a estudios que demostraron mayor sensibilidad bacteriana a múltiples antibióticos, como ciprofloxacina, clindamicina, tetraciclina y vancomicina usandolos en conjunto con sequisterpenos. También  el compuesto geraniol (presente en el aceite esencial de Helichrysum italicum)  restaura la eficacia de quinolonas, cloranfenicol y betalactámicos contra patógenos multirresistentes.
ü  Atenuación de la virulencia bacteriana, mediante la reducción de la expresión de los genes que la codifican.
ü  Reducción de la producción de toxinas, ya que se ha informado que los fenoles de manzana inhiben el ADP-Ribosiltransferasa (toxina del cólera). Del mismo modo con eugenol, un aceite esencial de clavo (Syzygium aromaticum), se observó una reducción significativa de la producción de hemolisina de S. aureus. (11)
Debido a todos los mecanismos descritos anteriormente que poseen los aceites esenciales se les ha dado varios usos, dentro de ellos el:
ü  Aceite de citronela es usado como  antiséptico, estimulante de los tejidos, astringente, diurético, sedante nervioso, estimulante de la circulación y antiespasmódico. Además es la esencia más común que se utiliza como repelente de insectos, tanto en productos de uso para el hogar como industriales y agronómicos.
ü  Aceite de orégano, el cual esusado como antiséptico.
ü  Aceite de eucalipto, siendo empleado como germicida y también de uso local como antiséptico, especialmente en el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio superior y en ciertos tipos de enfermedades de la piel. Además se ha encontrado su uso como expectorante estimulante en la bronquitis crónica.
ü  Cúrcuma, del cual se conoce la actividad antibacteriana in vitro del extracto alcohólico de cúrcuma, de la curcumina y de sus aceites esenciales contra las bacterias Gram positivas. (11)
Otra ventaja del uso de los aceites esenciales es que debido a su bajo peso molecular, son absorbidos por los poros y los folículos de la piel. A diferencia de productos químicos o de drogas sintéticas, los aceites esenciales no se acumulan en el cuerpo; se excretan por la orina, heces, mediante  la transpiración y respiración. A estas esencias les toma de 15 minutos a 12 horas para ser absorbidas completamente, y cerca de 3 a 6 horas para ser expelidas o metabolizadas en un cuerpo obeso o enfermo.(9)
Por todo lo anteriormente expuesto el estudio de las plantas medicinales podría representar una solución terapéutica y así lograr que la población disponga de fitofármacos rigurosamente estudiados para llegar al desarrollo de nuevas formas farmacéuticas con actividad farmacológica definida y así colaborar con la demanda de nuevos agentes antibacterianos, ya que la resistencia bacteriana representa hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial generando un aumento en la tasa de mortalidad, incremento en el costo del tratamiento y aumento de días de hospitalización en el paciente.

Bibliografía
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