sábado, 4 de septiembre de 2021

 

Caracterización fenotípica de la resistencia antimicrobiana y detección de biopelículas en cepas de Pseudomonas aeruginosa aisladas en el Hospital Vargas de Caracas-Venezuela.

 

Autor: Bacteriólogo Mairim B Camacaro E.

 

 

Pseudomonas aeruginosa ocupa un lugar preponderante en la lista de microorganismos con más responsabilidad en infecciones intrahospitalarias según la sociedad americana de enfermedades infecciosas; es una bacteria con gran capacidad de multirresistencia y de versatilidad metabólica que le permite una excelente adaptación en ambientes hostiles entre los que destaca la producción de biofilm, acarreando un aumento de la morbimortalidad, sumado al diagnóstico erróneo por el desconocimiento de sus patrones fenotípicos de resistencia que repercute en una mala interpretación de los antibiogramas por el método de difusión en disco.

Es un bacilo gramnegativo, no fermentador, que no forma parte de la microbiota normal del ser humano, pero puede encontrarse como colonizante de las zonas corporales húmedas (axilas, conducto auditivo, región perianal y mucosas). Es uno de los principales patógenos que causan infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS), afectando particularmente a pacientes inmunocomprometidos (pacientes con dispositivos invasivos, post-quirúrgicos, hemato-oncológicos, neutropénicos, con quemaduras graves, etc.) (1).

Describiéndolo como un microorganismo altamente versátil, capaz de tolerar condiciones bajas de oxígeno. Puede sobrevivir con bajos niveles de nutrientes y crecer en rangos de temperatura de 4 a 42°C. Estas características le permiten adherirse, sobrevivir en equipos médicos y en otras superficies hospitalarias (2).

Se le considera la quinta causa más frecuente en las infecciones en general a nivel mundial, la segunda causa de neumonía intrahospitalaria, la tercera causa de infecciones urinarias, el cuarto agente causal de infecciones de sitio quirúrgico y el séptimo responsable de sepsis (3).

La patogénesis de la infección causada por P. aeruginosa ocurre en tres etapas: La primera es la adhesión bacteriana y colonización, la segunda etapa es invasión local, y por último la diseminación e infección sistémica. Tras el establecimiento de la infección, secreta exotoxinas del tipo A y S juntamente con enzimas hidrolíticas, compuestos que al entrar en contacto con los tejidos degradan las membranas celulares y las destruyen progresivamente con el objetivo de facilitar su diseminación, la invasión tisular y la necrosis (1).

La infección comienza con alguna alteración de los mecanismos de defensa del huésped; esto puede involucrar la disrupción en la integridad de barreras físicas como catéteres urinarios, catéteres intravenosos, quemaduras extensas de piel o tubos endotraqueales que facilitan la colonización bacteriana (4).

Dicho microorganismo posee una elevada resistencia natural a una gran variedad de antimicrobianos, además de una extraordinaria habilidad de adquirir y sintetizar nuevos mecanismos de resistencias. Entre los factores que intervienen, en el mecanismo de resistencia natural de P. aeruginosa, se encuentran la escasa permeabilidad de la membrana externa, la presencia de bombas de expulsión, la modificación del sitio de unión al antibiótico, la modificación de rutas metabólicas internas y la producción de enzimas como las betalactamasas de espectro extendido, serinocarbapenemasas y metalobetalactamasas (5).

Asimismo; tiene la propiedad de subsistir en superficies inertes y producir biopelículas. Esta característica permite su supervivencia en ambientes propios del ambiente clínico, creciendo en medios de cultivo habituales, pues sus requerimientos nutritivos son pocos (6). Las biopelículas dan lugar a coinfecciones crónicas y más resistentes, debido posiblemente a una competición y selección de bacterias resistentes en dicho microambiente. Por ejemplo, los organismos regulan al alza la síntesis de β-lactamasa en respuesta a la exposición a antibióticos, y estas enzimas pueden acumularse en la matriz de la biopelícula, desactivando los antibióticos en las capas superficiales del biofilms, antes de que puedan difundirse en el sustrato (7). 

      En base a la creciente y acelerada resistencia a antimicrobianos por parte de P. aeruginosa; se crean criterios estándares para definir los fenotipos de resistencia con base en una lista de antibióticos comunes y en el uso de las mismas metodologías y puntos de corte, establecidos por consenso entre los países de América Latina que permita describir perfiles de resistencia adquiridos de importancia en salud pública y promover su notificación y monitorización; por la Red Latinoamericana de Vigilancia de la Resistencia a los Antibióticos (ReLAVRA) coordinada por la Organización Panamericana de la Salud.

     Describiéndose a continuación las tres categorías generales, denominadas multirresistencia; MDR: el aislamiento bacteriano es resistente al menos a tres de los grupos de antibióticos; XDR: el aislamiento bacteriano es resistente a todos los grupos de antibióticos excepto a uno o dos de ellos; PDR: el aislamiento bacteriano es resistente a todos los antibióticos (8).

Los mecanismos intrínsecos de resistencia de esta bacteria explican gran parte de la resistencia cruzada a diferentes clases de antibióticos. Son ejemplos, las alteraciones de las proteínas fijadoras de penicilina (PBP), mutación de porinas, mutación de ADN-girasas, bombas de expulsión activa y enzimas β-lactamasas. Por su parte, la resistencia antimicrobiana adquirida, constituye el mayor desafío para el tratamiento de este microorganismo, especialmente cuando se presenta con resistencia simultánea a varias familias de antimicrobianos (2). Un evento de transferencia de genes puede explicar la aparición de fenotipos de resistencia a múltiples antibióticos, gracias a la adquisición de plásmidos que codifican para diversos genes de resistencia (3).

La resistencia bacteriana es un problema de salud pública cada día más trascendental y con alto impacto en los centros hospitalarios (9). Debido a la alta concentración bacteriana y al uso constante de antibióticos, el ambiente hospitalario se convierte un lugar propicio para el surgimiento de la resistencia, tomando en cuenta factores de riesgo de los pacientes hospitalizados, como inmunosupresión, neutropenia y las patologías que cursan con deterioro del sistema inmunológico como cáncer, desnutrición y diabetes (4).

Por otra parte, la resistencia a diversos antibióticos y sustancias con actividad antimicrobiana ha sido asociada con la formación de biopelículas o biofilms, comunidades de microorganismos incluidos en una matriz extracelular que crecen adheridos a una superficie, siendo así menos susceptibles al tratamiento con antimicrobianos, lo que dificulta aún más la erradicación de estas bacterias (10).

        En este sentido, se presenta la necesidad de una revisión y análisis de los

patrones fenotípicos de resistencia en P. aeruginosa los cuales son un problema

mundial a nivel hospitalario que llevan a fracasos terapéuticos al no ser reportados

oportunamente, generándose cepas multi, extremo y pandrogorresistentes (11). Y, además, la caracterización de las cepas como productoras o no de biopelículas, lo cual es necesario para un mejor abordaje terapéutico que incluya antimicrobianos y estrategias orientadas a la eliminación de biofilms en los pacientes  infectados por P. aeruginosa detectados en el centro de salud, si se hace una adecuada identificación del género y la especie bacteriana, y se selecciona un correcto perfil de antibióticos en el antibiograma, es posible inferir a partir del mismo, los mecanismos de resistencia subyacentes en un aislamiento particular. Lo anterior permitirá predecir cuales antibióticos serían los apropiados, optimizando el tratamiento antimicrobiano (4). Que permita realmente erradicar las infecciones, evitando las fallas terapéuticas por tratamientos ineficientes que afectan directamente la salud del paciente, comprometen su vida, y favorecen la propagación y persistencia de estas cepas resistentes a nivel intrahospitalario.

 

 

 

 

 

 

 

Referencias bibliográficas

 

1.- Espinoza, D. y Esparza, G. (2021). Resistencia enzimática en Pseudomonas aeruginosa, aspectos clínicos y de laboratorio.  Ecuador, Colombia. Revista Chilena Infectología. 38(1).

2.- Ochoa, S. López Montiel, F., Escalona, G., Cruz Córdova, A., Dávila, L., López Martinez, B., Jiménez Tapia, Y., Giono, S., Eslava, C., Hernández Castro, R. y Xicohtencatl Cortes, J. (2013). Características patogénicas de cepas de Pseudomonas aeruginosa resistentes a carbapenémicos, asociadas con la formación de biopelículas. México: Boletín Medico Hospital Infantil México, 70(2),138-150.

3.- Paz, V., Mangwani, S., Martínez, A., Álvarez, D., Solano, S. y Vázquez, R. (2019).  Pseudomonas aeruginosa: patogenicidad y resistencia antimicrobiana en la infección urinaria.  México: Revista Chilena Infectologia, 36(2), 180-189.

4.- Gómez, C., Leal Castro, A., Pérez, M. y Navarrete, M. (2005). Mecanismos de resistencia en Pseudomonas aeruginosa: entendiendo a un peligroso enemigo. Colombia: Revista Facultad Medicina Universidad Nacional, 53(1).

5.- Correa, K., Bravo, M., Silva, R. y Montiel, M., (2015). Susceptibilidad a antibióticos de Pseudomonas aeruginosa aislada de agua de consumo humano de la comunidad Santa Rosa de Agua, Maracaibo, estado Zulia. Venezuela Revista Sociedad Venezolana Microbiología, 35(2).  

6.- Arango, J. (2014). Perfil epidemiológico, clínico, fenotípico y genético de Pseudomonas aeruginosa en la Fundación Hospital de la Misericordia durante los años 2013-2014. [Tesis de Especialista en Pediatría, Universidad Nacional De Colombia].

7.- Maurice, N., Bedi, B. y Sadikot, R. (2018). Pseudomonas aeruginosa Biofilms: Host Response and Clinical Implications in Lung Infections. Atlanta: American Journal Respiratory Cell and Molecular Biology, 58(4), 428–439.

 

8.- Pearson, M.  Galas, M.  Corso, A. Hormazábal, J. Duarte, C.  Salgado, N.   Ramón-Pardo, P y  Melano, R. (2019). Consenso latinoamericano para definir, categorizar y notificar patógenos multirresistentes, con resistencia extendida o panresistentes. Revista Panamericana Salud Publica. 43(65).Consenso latinoamericano para definir, categorizar y notificar patógenos multirresistentes, con resistencia extendida o panresistentesConsenso latinoamericano para definir, categorizar y notificar patógenos multirresistentes, con resistencia extendida o panresistentes

Consenso latinoamericano para definir, categorizar y notificar patógenos multirresistentes, con resistencia extendida o panresistentes

 

9.- Castillo, J., Ribas, R., Osorio, L. y Aparicio, G. (2006). Cepas de Pseudomonas aeruginosa de origen hospitalario multirresistentes a 21 antibióticos. México: Bioquimia, 31(2), 41-48.  

 

10.-  Bravo, L. (2018). Resistencia antibiótica en Pseudomonas aeruginosa: situación epidemiológica en España y alternativas de tratamiento. Trabajo fin de grado. Universidad Complutense España.

 

11.- Bolaños, C. y Iannacone, J. (2016). Patrones fenotípicos de resistencia en Pseudomonas aeruginosa de muestras clínicas a nivel de Sudamérica. Perú:  Cátedra Villarreal, 4(1), 73-100.

 

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