MORBI-MORTALIDAD POR DIARREA AGUDA BACTERIANA EN NIÑOS MENORES DE 5 AÑOS: IMPORTANCIA DEL DIAGNOSTICO MICROBIOLOGICO.
LCDA. YSALUI ANDREINA SANTAELLA
PALMA.
RESIDENTE DE II
AÑO.
ESPECIALIZACION EN BACTERIOLOGIA CLINICA.
Según la Organización Mundial de
la Salud (OMS), la diarrea aguda se define como "la eliminación de heces
líquidas o semilíquidas en número de tres o más deposiciones, o una
con moco y sangre en 24 horas, en un
periodo menor a 14 días " (1).
La diarrea aguda es generalmente
causada por un agente infeccioso. Estos comprenden bacterias, virus y parásitos, los cuales por lo general se
identifican en el 65% de los episodios. La incidencia de las bacterias y los
parásitos varía en distintas regiones del mundo, siendo las infecciones por
estos microorganismos de importancia en las regiones más pobres y de poco
impacto en las regiones desarrolladas del planeta. La severidad de la diarrea
aguda y otros síntomas acompañantes como vómitos, fiebre, dolor abdominal y
deshidratación, se relacionan con la fisiología
particular de la infancia, la edad del paciente y el tipo de germen causal (2,3).
Según el último boletín publicado
en 2009 por la OMS y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), hay
alrededor de dos mil millones de casos
de enfermedad diarreica en el mundo cada año, y 1.9 millones de niños menores
de 5 años de edad fallecen a causa de diarrea
anualmente, fundamentalmente en los países en desarrollo, siendo la
segunda causa de muerte (después de la neumonía) en este grupo etario, afectando mayormente los menores de 1 año. De todas las muertes
infantiles provocadas por la diarrea, el
78% ocurren en África y el sudeste
Asiático, donde Cada niño presenta un promedio de tres episodios anuales de
diarrea aguda. En estos países de recursos
limitados, las consecuencias directas más relevantes de la diarrea aguda infantil son: desnutrición, disminución
del crecimiento y trastornos del desarrollo cognitivo (4).
Gracias a los esfuerzos
realizados en los últimos años, se ha logrado disminuir la tasa de mortalidad
en los países en desarrollo; se piensa que entre los factores que han
contribuido a esos resultados, se incluye la distribución y el uso generalizado
de Soluciones de Rehidratación Oral (SRO), el aumento de las tasas de lactancia
materna, mejor nutrición, mejor estado sanitario e higiene y un aumento de la
cobertura de la vacunación contra el sarampión. Sin embargo las mejoras
nutricionales y las SRO tienen un mayor impacto sobre las tasas de mortalidad
que en la incidencia de diarrea. Tal vez
las malas condiciones de vida prevalentes, la baja calidad del agua para
consumo, y saneamiento e higiene personal inadecuado , expliquen en gran parte
la falta de impacto sobre la morbilidad por esta causa (4).
En los países industrializados, aunque los
pacientes que mueren por diarrea son relativamente pocos, La morbilidad se ha
mantenido relativamente constante durante varios años y continua siendo una
causa importante de enfermedad en la infancia, lo que acarrea gastos considerables en los centros
hospitalarios (4).
Venezuela no escapa a esta
problemática, y en el año 2010 fallecieron 469 niños menores de 5 años por
diarrea aguda (5), siendo la cuarta causa de muerte en los menores de un año y
la tercera en el grupo de 1 a 4 años de vida.
En el año 2011, las diarreas ocuparon el segundo lugar dentro de las
primeras causas de consulta pediátrica,
con 1.624.349 casos, correspondiendo el 39% (635.919 casos) de este total a la población
menor de 5 años (6).
Entre los patógenos bacterianos
de importancia en la diarrea aguda se incluyen, las E. coli diarreogénicas, y
especies de Salmonella, Shigella,
Campylobacter, Yersinia, Aeromonas, Plesiomonas y Vibrio. (3,4).Estos microorganismos causan diarrea a través de dos mecanismos (7):
ü Alterando
el equilibrio de agua y electrolitos en el intestino delgado, lo que produce
secreción profusa de líquidos. Este
proceso que en muchos casos es mediado por la producción de enterotoxinas no se
considera un proceso inflamatorio y no suelen observarse polimorfonucleares ni sangre. Por ejemplo en las diarreas producidas por
Vibrio cholerae o E. coli enterotoxigénica.
ü Ocasionando
una destrucción celular, con una respuesta inflamatoria marcada y presencia de sangre
después de la invasión de las células del huésped y de la posible producción de
toxinas y citotoxinas. Como en las diarreas producidas por E.coli enterohemorrágica, enteroinvasiva, Salmonella entérica, Shigella spp., Yersinia enterocolítica, Campylobacter
jejuni y Plesiomonas shigelloides)
Generalmente las diarreas
infecciosas se resuelven espontáneamente, afortunadamente las manifestaciones clínicas se autolimitan en unos pocos días sin
tratamiento específico, siendo la reposición de agua y electrolitos el factor
más importante en el tratamiento. En las diarreas donde existe deshidratación
leve y moderada puede reponerse el déficit hidroelectrolítico por medio de la
hidratación oral mientras que en las que
ocurre deshidratación severa, inicialmente se utiliza la vía parenteral. (8,9).
El tratamiento antibiótico está
indicado en caso de gastroenteritis enteroinvasiva grave y en casos de cólera.
Esto debe hacerse en función de la identificación previa del agente etiológico mediante la realización del coprocultivo
acompañado de las pruebas de susceptibilidad,
siendo el diagnostico
bacteriológico de vital importancia ya que en muchos casos la diarrea no es de
etiología bacteriana, por lo que resulta innecesario la antibioticoterapia. Sin
embargo, cuando estos casos son de origen bacteriano y amerita tratamiento con este tipo de fármacos, el uso
de los antibióticos de primera elección fracasa, debido a elevados niveles de
resistencia antimicrobiana en las principales bacterias enteropatógenas. Por
este motivo es necesario racionalizar la prescripción de estos y realizar el
diagnostico microbiológico adecuado y oportuno (9, 10).
DIAGNOSTICO MICROBIOLOGICO
DE ENTEROPATOGENOS BACTERIANOS.
Se debe utilizar una muestra de heces fresca para la realización
del coprocultivo, con la finalidad de aislar, identificar y realizar pruebas de
susceptibilidad antibacteriana al agente causal de la diarrea aguda. Para recolectar la muestra de heces se deben utilizar recipientes
estériles de boca ancha, sin embargo es conveniente que las heces se
envíen al laboratorio, en un hisopo incluido en medio de transporte Cary- Blair, ya que
algunos patógenos intestinales, concretamente Shigella y algunas especies de Salmonella,
sobreviven muy poco tiempo a los cambios de pH que sufren las heces en contacto
con el ambiente.
Se inocula la muestra de heces en
medios
selectivos, diferenciales y de enriquecimiento para la recuperación de
los diferentes enteropatógenos bacterianos, tal como se señala a continuación
(11):
Medio
liquido selenito.
|
Los medios inoculados se incuban a
temperaturas y periodos de tiempo adecuados para cada
medio. Posteriormente se realiza la observación de cada placa en busca de
colonias sospechosas de bacterias productoras de diarrea, se aíslan en medios
nutritivos y posteriormente se realizan las pruebas de identificación
bioquímica que permitan determinar el género y especie del agente bacteriano
responsable del proceso infeccioso, como se muestra a continuación (11):
Una vez realizada la
identificación bioquímica, se procede a aglutinar con sueros polivalentes, las cepas de Escherichia
coli, Salmonella, Shigella y Vibrio (11).
Por último se realizan las
pruebas de susceptibilidad antibacteriana a cada agente aislado (cepa fresca
18- 24 h), según lo recomendado por el Clinical and Laboratory Standards Institute
(CLSI) 2014 (11,12).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
1. Organización
Mundial de la Salud (OMS) 2010. Tópicos de salud. Diarrea. En http://www.who.int/topics/diarrhoea/en/.
Acceso agosto 2013 .
2. Thapar N, Sanderson IR. Diarrhoea in
children: an interface between
developing and developed countries (review). Lancet 2004; 363:
641-653. En http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(04)15599-2/abstract
Acceso Marzo 2014.
3. Kapikian
A. Viral Gastroenteritis. JAMA 1993; 269: 627-630. Disponible en http://books.google.co.ve/. Acceso marzo
2014.
4.
The
United Nations Children’s fun (UNICEF)/World Health Organization (WHO). 2009 Diarrhoea: why children are still dying and what can be done. WHO
library cataloging-in-publication data. New York.
5. Ministerio
del Poder Popular para la Salud (MPPS). Anuario de mortalidad 2010. Disponible
en http/www.mpps.gob.ve. Acceso junio 2013.
6. Ministerio
del Poder Popular para la Salud (MPPS). Anuario de morbilidad 2011.Disponible
en http://www.mpps.gob.ve. Acceso junio 2013.
7. Koneman, Winn, Allen, Janda, Procop,
Scheckkenberger et al. Diagnóstico
Microbiológico. 6° edición. México. Editorial Médica panamericana; 2013.
8. Cermeño
R, Hernández I, Camaripano M, Medina N, Guevara A, Hernández C. Etiología de diarrea aguda en niños
menores de 5 años Ciudad Bolívar, Venezuela. Rev. Soc. Ven. Microbiol. Disponible
en: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-25562008000100011&lng=es.
9. Fernández R. Escherichia
coli como causa de diarrea infantil. Rev Cubana Pediatr, Set 2003, vol.75,
no.3, p.0-0. ISSN 0034-7531. Disponible en http://www.sameens.dia.uned.es/.
Acceso abril 2014.
10.
World Health Organization (WHO) .The treatment of diarrhoea. A
manual for physicians and other senior health workers. Geneva: WHO. 2005.
Disponible en: http://www.who.int/household_water/en/
. Acceso abril 2014.
11. Ausina
V, Moreno S. Sociedad Española de
Enfermedades Infecciosas. SEIMC. Procedimientos Microbiológicos. Editorial
médica panamericana.2010
12.
Clinical
and Laboratory Stándards Institute (CLSI).
M100-S23. Performans Standards for antimicrobial susceptibility testing;
Twenty –third informational supplement. 2014.
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