EL AGUA COMO
POSIBLE FUENTE DE INFECCIÓN DE MICOBACTERIAS NO TUBERCULOSAS
LCDA LEERLIN GOMEZ
Las micobacterias son agentes que constituyen
parte importante de la patología infecciosa humana ya que algunas de ellas
causan enfermedades con gran morbilidad y mortalidad a nivel mundial, como la
tuberculosis, la lepra y en la última
década las infecciones causadas por micobacterias no tuberculosas, a estas
infecciones se les denomina micobacteriosis (Casal y col., 1999).
La incidencia de tuberculosis en los países
desarrollados ha ido disminuyendo, mientras que el aislamiento de micobacterias
no tuberculosas (MNT) se ha incrementado notablemente debido en gran parte a
los nuevos procedimientos diagnósticos (Salicio y col. 2008), la utilización de
medios líquidos, la aplicación de técnicas cromatográficas y el desarrollo de
tánicas de hibridación de ácidos nucleicos, además de las técnicas de
secuenciación para la identificación (Monsetrrat 2005). Todas estas técnicas
utilizadas para identificar este tipo de microorganismos se han modificado
profundamente en la última década debido a la introducción de medios de cultivos
especializados y a la aplicación de la biología molecular (Salicio y col. 2008).
La
mayoría de las especies de micobacterias pertenecen al grupo de las denominadas
“Micobacterias No Tuberculosas” (MNT); término que fue propuesto por Wolinsky
en 1979, para hacer referencia a aquellas micobacterias que no son miembros ni del
complejo Micobacterium tuberculosis, ni del complejo Micobacterium.
leprae, ya que las mismas
no son patógenas obligatorios de humanos y animales. Las MNT también se
denominan “Micobacterias Atípicas”
(Runyon y Timpe, 1954); “Micobacterias diferentes a tuberculosis”,
“Micobacterias oportunistas” o más recientemente, “Micobacterias ambientales
(MA)”, este último nombre debido a su amplia distribución en el ambiente,
encontrándose fundamentalmente en el agua y el suelo, los cuales representan
sus principales reservorios naturales (Casal y Casal, 2000).
Dentro
de las especies patógenas de MNT causantes de infección en humanos tenemos, M avium, M. intracellulare y M.
Kansasii. Entre las micobacterias de crecimiento rápido que se aíslan con
mayor frecuencia están M. chelonae M.
fortuitum (Valdes y col., 2004).
Las
micobacterias y el ambiente
Las
MNT son habitantes naturales de una gran variedad de ambientes tanto naturales como
modificados por el hombre. Estos microorganismos están ampliamente distribuidos
en cuerpos de aguas naturales (lagos,
ríos, lagunas, bahías de agua salada, entre otros) en sistemas de distribución
de agua potable y en suelos. Más de 20 especies de MNT, entre las más
frecuentes tenemos M. fortuitum, M. peregrinum y M.abscessus (Yamazaki y col. 2006), estos microorganismos han sido descritos en sistemas de
distribución de agua potable ya sea formando biopelículas, interactuando con
protozoarios de vida libre (mediante una relación de simbiosis, como comensales
o como saprófitas) (Falkinham y col,
2008).
En
cuanto a los factores ocasionados por el hombre que fomentan la distribución de
MNT en el ambiente, se encuentran el uso de desinfectantes y antibióticos en
sistemas de distribución de agua potable. La desinfección del agua potable reduce
el número de microorganismos y virus causantes de enfermedades gastrointestinales,
inclusive micobacterias sensibles a desinfectantes; pero tiene pocos efectos
sobre el número de micobacterias resistentes tanto a desinfectantes como a
diferentes antibióticos. De hecho, la desinfección permite la selección de MNT
en sistemas de distribución de agua potable, debido a que no hay otros microorganismos
que compitan por el carbono disponible en tales sistemas (Falkinham y col,
2008).
Las MNT poseen diversos mecanismos que les permiten sobrevivir en el ambiente;
entre
ellos
se encuentran la formación de biopelículas, los aerosoles y las interacciones
con algunos protozoarios (van Ingen y col., 2009).
En
cuanto a la transmisión por interacción de MNT con protozoarios de vida libre
como amebas y otros presentes en el agua, se ha descrito que dentro de las
amebas las MNT son capaces de sobrevivir e inclusive crecer como si se tratase
de una endosimbiosis. Esta interacción les permite estar protegidas de cambios
hostiles en el ambiente (Cirillo y col., 1997). La asociación con amebas hace
que las MNT tengan la capacidad de infectar humanos, ya que el mecanismo necesario
para sobrevivir dentro de las amebas puede ser similar a aquellos necesarios para
infectar células fagocíticas humanas tales como macrófagos, lo que posiblemente
permite el establecimiento y/o desarrollo de enfermedades causadas por las
micobacterias en general (Falkinham y col, 2008) .
El agua como fuente de Infección
La
importancia del ambiente como una fuente de enfermedades producidas por MNT en
humanos y animales ha generado un gran interés por establecer métodos de
aislamiento para estos microorganismos a partir de muestras ambientales, en
especial del agua ya que es un potencial vehículo de transmisión de MNT (Falkinham,
2010).
Aunque
todavía quedan datos por aclarar sobre la patogénesis de la infección y
enfermedades producidas por MNT, diversos estudios
sugieren que debido a que la
transmisión
persona-persona es rara, la fuente para la adquisición de estas patologías es el
ambiente ya que los principales reservorios de estos microorganismos son el
agua y el suelo (Caminero y col., 2001).
El
mecanismo de transmisión de MNT más aceptado según lo menciona Caminero (2001)
es el de la aerosolización en la afección respiratoria y su ingestión por vía
digestiva en el caso de la linfadenitis en niños y en las formas diseminadas en
pacientes con SIDA. En pacientes con infecciones de tejidos blandos se ha
descrito la inoculación directa de MNT a partir del agua y otros materiales
contaminados con micobacterias del ambiente (Caminero y col., 2001).
Las
micobacterias tienen la capacidad de ser transferidas desde el agua al aire
debido a la hidrofobicidad de las mismas, en donde las células hidrofóbicas de
las micobacterias se adhieren a las burbujas de aire, las cuales al ascender
por una columna de agua y alcanzar la superficie se rompen y liberan a las
micobacterias presentes en ellas. Este mecanismo de supervivencia debido a la
hidrofobicidad de la membrana de la micobacteria, representa una ruta para la
adquisición de enfermedades de tipo pulmonar en humanos por MNT (Falkinham y
col, 2008).
Diversos
estudios han relacionado el agua como fuente de infección, Chan y colaboradores
(2007), demostraron que pacientes con anomalías
en la producción de alfa-1-antitripsina adquirieron enfermedades respiratorias por
MNT de crecimiento rápido. Evaluaron el
agua de las duchas de estos pacientes y aislaron las mismas especies de micobacterias
causantes del cuadro infeccioso.
Nishiuchi
y colaboradores (2009), reportaron que los aislados de MNT diagnosticados en
dos pacientes con afección respiratoria en Japón correspondían genotipícamente
a los mismos aislados que fueron recuperados del agua de las duchas de estos
pacientes, en esa ocasión la especie implicada fue M. avium.
Se ha reportado la
posibilidad de que MNT pueden
colonizar sistemas de agua urbanos donde se ha observado el desarrollo de
micobacterias no tuberculosas. La temperatura y humedad del baño podrían proporcionar condiciones
favorables para el crecimiento de MNT
(Falkinham,
2010).
La importancia del ambiente como una fuente de
enfermedades producidas por MNT en humanos y animales ha generado un gran
interés por establecer métodos de aislamiento para estos microorganismos a
partir de muestras ambientales en especial del agua ya que es un potencial
vehículo de transmisión de MNT.
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